El sábado desde las 16 horas, se realizó la 2ª Volanteada en nuestra ciudad: “Libertad a Callejeros YA!!!”, organizada por el grupo Callejeros Nicoleños, que lideran Guillermo Laprida, Francisco Colla e Ignacio Arámburu. Alrededor de 100 personas se reunieron en el lugar para pedir justicia justa por la tragedia de Cromañón y reclamar la libertad de los músicos de Callejeros, que se encuentran presos en la cárcel de Ezeiza desde el 20 de diciembre de 2012.
Esta fue la tercera actividad en San Nicolás de este grupo de jóvenes nicoleños, que acompañan la lucha que llevan adelante los sobrevivientes de la peor tragedia no natural en la historia argentina. El 1º de junio pasado realizaron la primera volanteada en la nueva costanera, el 5 de octubre hicieron la Jornada de Reflexión en el Anfiteatro y el sábado cerraron el 2013 con otra volanteada en la costanera.
Los presentes estuvieron con remeras alusivas al pedido de libertad de Callejeros y numerosas banderas. A la cita acudieron seguidores de la causa desde Rosario, Sargento Cabral, Villa Constitución, General Rojo, La Emilia y por supuesto, San Nicolás.
Hubo música, algo que no podía faltar en este reclamo. Octavio Gómez comenzó con su viola cantando temas de Callejeros, La Beriso y Gardelitos, acompañado por Agustín Bay. Más tarde, Marcos Lapalma hizo deleitar y corear a todos con canciones muy emotivas de Callejeros. Al final, lo hizo en dúo con Tomás Novau. “La música no mata”, es uno de los mensajes de esta movida.
Ignacio Arámburu agradeció el apoyo de la gente y destacó: “Ojalá nunca hubiéramos tenido que conformar este grupo. Callejeros Nicoleños nació como consecuencia de la injusticia y del dolor que nos agobia al ver a inocentes presos inconstitucionalmente y a los culpables en sus casas. Diciembre es un mes muy particular y por eso queríamos encontrarnos para agradecerles por el compromiso. Para ir a un recital éramos capaces de dejar todo de lado. Hoy, con los chicos presos desde hace casi un año, tenemos que estar más que nunca porque ellos nos necesitan. Hasta que ellos no sean liberados, aquí estaremos manifestándonos y haciéndole conocer a la gente la verdad de lo que pasó en Cromañón. Nada ni nadie nos puede detener cuando el sentido de esta lucha es el amor a la verdad”. Además subrayó: “Hoy se está realizando una jornada solidaria en La Plata; el sábado 14 habrá una en Santa Fe; el 20 se hará una gran concentración en Córdoba, un abrazo a los tribunales en Buenos Aires, volanteadas en Mendoza y hasta en Montevideo, Uruguay, a un año de la detención de Callejeros; mientras que el 30, al cumplirse el noveno aniversario de la tragedia, los sobrevivientes organizarán un acto nacional en el Obelisco. Esta lucha no tiene fronteras ni límites”. El 30 de diciembre, Callejeros Nicoleños dirá presente en el Obelisco y fletará un colectivo desde nuestra ciudad para 52 personas.
Luego habló Guillermo Laprida: “¿Cómo puede ser que los chicos de Callejeros estén presos si sólo querían regalarnos su música? La música es esto: conocer amigos, escuchar canciones y pasarla muy bien entre todos. La música no mata, ¿a quién puede matar? Por favor. Pedimos urgente la libertad de Callejeros y les agradecemos de corazón a todos por estar. También a los medios y a todos los que nos ayudan a difundir nuestro mensaje en la ciudad y en el país”.
Tras la música y las palabras de los organizadores, todos los participantes repartieron volantes a la gente que fue a disfrutar de la calurosa tarde en la nueva costanera. Y hubo una promesa colectiva: seguir luchando hasta que cambie la realidad y los músicos vuelvan a sus casas.
La noche de la tragedia, los integrantes de Callejeros no organizaron el recital, no cerraron con candados las puertas de emergencias, no pusieron la media sombra de la cual en combustión con el fuego se desprendió el ácido cianhídrico que mató a las 194 personas, no encendieron la candela… Callejeros fue a tocar su música, perdieron a casi 50 familiares y amigos, pidieron que no tiraran bengalas y se quedaron a salvar gente en Cromañón. Callejeros víctimas y sobrevivientes de la tragedia, aunque nunca se los haya considerado como tales ni los hayan dejado elaborar el duelo en estos nueve años.
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