Regatas venció a Atlético de Rosario B por tres tantos contra uno en cancha de Del acuerdo y dejo claro que están para más, por su capacidad de manejo de bocha, su definición y su valentía a la hora de defender.
La primera mitad, en síntesis, fue favorable a las náuticas porque intentaron durante todo el tiempo aproximarse al área adversaria y buscar abrir el marcador aunque no se dieran jugadas claras para moverlo. Las rosarinas buscaron sostener el juego emparejado y lo consiguieron por ciertos momentos hasta sellarlo también en el tanteador con un gol discutido y que dejó dudas a las que estaban dentro y a los que estábamos fuera. Según los jueces la que rozó la redonda fue Giandoménico tras un remate desde lejos. E n la jugada anterior, Belén Aragón había adelantado, con cierta justeza, a las de la ribera con una buena definición cruzada y fuerte frente a la salida de la portera de las celestes. Se iba el primer tiempo y las naranjas parecían dominar el juego pero el resultado era uno por uno.
En el segundo tiempo y cuando ya empezaba a caer la tarde y el frío ganaba protagonismo, el juego se desarrollaba casi de igual manera, con Regatas dominando pero sin poder destrabar la defensa visitante hasta que tras un centro al corazón del área, Aragón hace sonar las maderas del interior del arco con un tiro seco y agresivo para decretar la diferencia tanto buscada. Las rosarinas volvieron a ir adelante intentando igualar y dispusieron de una serie de cortos que no lograron cristalizar en gol. El partido empezaba a irse y en ese instante ocurre la jugada que justifica el encuentro y el frío que se soportaba. Aragón lleva la bocha y delante suyo Padulo corre llevándose consigo defensoras con piques cortos que desorientan a las mismas y le va “limpiando” el camino a la goleadora naranja que tira al arco, se produce un rebote y la redonda va a buscar a Padulo para que defina con cierta incertidumbre pero dándole la chance de coronar su inteligencia y astucia con un tanto. Se terminaban entonces las esperanzas para Atlético del Rosario y se abrían los brazos naranjas para festejar el triunfo que fue justo y merecido por las buenas intervenciones de su arquera, por la garra de Reta en la mitad, por la entrega de Padulo y por la capacidad goleadora de Aragón.
Por: Mauricio Santucci
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