En el José Natta de la localidad de General Rojo , el local que condujo Riello dio cuentas de Belgrano por dos tantos contra cero con goles de Joaquin Alvarez de penal y de Crespo que abrió el camino apenas empezaba el segundo tiempo.
En un partido que se fue calentando de a poco y en donde empezaron a aparecer la pierna fuerte, la protesta, los gritos y la charla desmedida con el árbitro, la demanda de las hinchadas, los dos equipos se trababan entre tres cuartos de cancha de cada lado y las llegadas no aparecían y el referí intentaba mantener el orden e imponerlo a fuerzas de amarillas para ambos equipos. Un codazo a Romero, el “chapu” quería cobrarse el codazo, piernas más arriba de lo normal, “planchitas” imperceptibles en el remolino de juego, manotazos y agarrones por doquier. En estas disputas se terminó el primer tiempo sin novedades. Un cero a cero clavado. Sin premios para ninguno ni ideas para cada lado.
El segundo despuntó con Belgrano en intentos de acomodarse rápido pero al segundo minuto el chacarero ya había contado con tres claras. Etchemendi le tapó a Alvarez y a Romero en la misma y en la otra Crespo cruzó un disparo alto que dejó sin chances al arquero de calle Pellegrini y puso la diferencia en el marcador que intentaba justificarse en esa ráfaga de dominio de dos minutos. Diez más tarde, derriban a Romero dentro del área y Alvarez cobra favorablemente la pena máxima que marcó Loto un momentito más tarde y con un tiempo para decidir lo que debía cobrar. Dos a cero estaban las acciones y la figura del “chapu” se acrecentaba con juego, con distribución y ordenando a su equipo. Era la voz de Octaviano y de Riello adentro de la cancha. Belgrano buscó el tiempo que restaba acortar diferencias pero con pocas ideas o poco claras. Rojo intento mantener el dominio y tener la redonda, cosa que consiguió. Sobre el final Romero contó en sus pies con la chance de liquidar y la elevó por sobre el horizontal cuando estaba frente a frente con Etchemendi.
Loto, de arbitraje dispar, con buenas determinaciones y otras discutibles y que sacó la amarilla a relucir a cada momento para frenar la efervescencia del juego, bajó el telón a esta función que tuvo a General Rojo como protagonista embolsando tres unidades vitales para seguir en lucha por los puestos de vanguardia.
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