Regatas venció a Duendes B por 2 a 0 en un partido válido por el Torneo del Litoral B en el sintético del barrio Somisa con goles de Belén Aragón de penal y Sofía Mazón. El encuentro fue disputado, peleado y discutido con un Naranja intentando hacerse de la bocha para generar volumen de juego y peligro, cosa que consiguió a medias porque creó ocasiones aisladas en la primera parte pero no lo hizo como es su costumbre. Enfrente Duendes intentaba lo mismo y repitió las características del equipo nicoleño y la primera mitad se fue casi sin emociones y con un 0 a 0 que dejaba abierta, para ambas escuadras, la posibilidad de revertir la imagen en la segunda etapa.
Desde el arranque de la misma llegaron las chances que pedíamos para “cambiarle la cara” al partido. Aragón arremetió en velocidad y a su entrada al área y ya sin defensoras a la vista es derribada por la arquera visitante en una jugada “futbolera” propia de un cruce entre delantero y arquero en el área mayor de una cancha de fútbol. Después de que la bombardera fue atendida, ella misma se hizo cargo de darle fuego a la pena y poner la diferencia para el náutico. Lo que vino después fue un constante nerviosismo regatense por conseguir ampliar la victoria que terminó repitiéndose en errores y malas entregas lo que favoreció la salida y la gestación de situaciones que pusieron al borde la victoria para transformarse en empate. Tiros cruzados cerca y la “ama de llaves” Albornoz cerró la puerta de su valla con un par de buena intervenciones en cortos y otra que había salvado su portería en la primera parte para mantener viva la diferencia. Aguilar movió el banco y Regatas, ante la avanzada de las rosarinas, comenzó a correr la cancha de contragolpe y a salir con bochazos o con traslados largos de Retta, Mazón y Vega intentando dejar con chances de convertir a las delanteras.
La alegría final y la ansiada ventaja de dos para conseguir la calma llegó desde un córner corto cuando no estaba Aragón para castigar, ni Bonofiglio para arrastrar pero si Sofía Mazón, que tras recibir un pase que llevó el juego levemente hacia la izquierda, golpeó para que la bocha pase entre varias defensoras y se cuele entre las rosarinas que intentaban despejar y el palo de Silva que buscaba desviar. Determinó la 25 que había que darle duro para terminar con esta historia y lo consiguió. El partido se cerró con ese gol y ya no hubo mucho más. Regatas no jugó como de costumbre porque por ciertas circunstancias no se pudo, pero supo ganarlo cuando las cosas se complicaron.
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