La renovación marcha sobre rieles

Por  Maxi Pérez (@perezmaxi), corresponsal de NOVA en Legislatura y Casa de Gobierno

Randazzo

Es un secreto a voces que el ex ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo se prepara para retornar a las grandes ligas de la política argentina, empezando por supuesto en el terreno en que se siente más cómodo, la provincia de Buenos Aires.

Las especulaciones acerca del ex funcionario nacional son tantas y tan variadas que ya hay hasta una discusión semántica entre los que dicen que “Randazzo vuelve” y aquellos que aseguran que no puede volver alguien que “nunca se fue”. La realidad es que con muy poco el hombre de Chivilcoy logró atraer la atención de todo el peronismo, incluso el que no estuvo en los últimos años enrolado en el Frente para la Victoria.

Incluso antes de la derrota del kirchnerismo en las urnas, cuando se desarrollaba la primera campaña para un ballotaje en la historia argentina, el ministro se convirtió en el plan B de los renovadores que veían con preocupación cómo Sergio Massa se sumía en una indefinición que por momentos lo acercaba demasiado a Mauricio Macri.

Para los kirchneristas no cristinistas, que en la provincia de Buenos Aires lentamente empiezan a demostrar que eran, sino la mayoría, por lo menos un número mucho más importante de lo que se pensaba, Randazzo fue el dirigente que demostró que se podían hacer las cosas de otra manera al rechazar una orden directa de Cristina Fernández  y cumplir su palabra de ser “candidato a presidente o nada”.

Por eso esta irrupción por ahora silenciosa complica visiblemente los planes de la ex presidenta de convertirse en la armadora de las listas a nivel nacional, también es un problema para Daniel Scioli que por ahora emerge como candidato natural a encabezar la boleta del FPV-PJ en territorio bonaerense y podría significar una sangría importante para el ex intendente de Tigre si todos los integrantes de su espacio que coquetearon hace unos meses con Randazzo finalmente deciden dar el salto.

De todas maneras, quien mira con mucho recelo lo que pueda pasar con el PJ bonaerense es el equipo político del presidente, encabezado en este caso porEmilio Monzó.  Un peronismo dividido en tercios con dos expresiones del FPV residual y un candidato del massismo es garantía de triunfo para Cambiemos, pero la unificación de esos espacios sería un golpe mortal para la continuidad del macrismo al frente del ejecutivo.

En este sentido hay que destacar que la cena de Randazzo con María Eugenia Vidal fue una jugada inteligente, estratégica, que además utilizó lo mejor de la alianza gobernante: diálogo y buena imagen de sus dirigentes.  Sin querer o quizá a sabiendas, Vidal puso al ex ministro en el centro de la escena, lo empujó hacia el primer escalón de cara al 2017.

Son ocho los monos

Fueron varios los sectores que por primera vez confluyeron de manera organizada con una protesta en la casa de gobierno esta semana. Judiciales, médicos, trabajadores de astilleros Río Santiago, auxiliares docentes, maestros, horticultores, personal de la cartera de infraestructura y pequeños productores de la región capital concentraron frente a la casa de gobierno.

Cada uno fue para manifestar sus reclamos, pero aparecieron las primeras consignas de “unidad en la acción” para la gobernadora los gremios estatales presentes representan solo al 8 por ciento de los trabajadores y no han logrado con las medidas de fuerza frenar la prestación de ningún servicio en la provincia.

“Está muy mal asesorada, tiene un problema de salud o realmente es una mentirosa, no puede decir que sólo el 8 por ciento de los trabajadores hacemos paro” cuestionaron de la Asociación Judicial Bonaerense tras los dichos de Vidal y adelantaron que si continúa la falta de respuestas se profundizaran las medidas conjuntas entre todos los gremios. Por el momento hay anuncio de un paro general con movilización que aún no tiene fecha confirmada.

Además, apenas un día después de ese desafío de la gobernadora, desde ATE provincia junto con otros sindicatos, instalaron una carpa en las inmediaciones de la Legislatura y comenzaron un acampe para rechazar el tratamiento de la Ley de Emergencia Administrativa que contó con el apoyo de diputados y senadores de diferentes bloques.

La masiva movilización copó los ingresos a la cámara baja y los referentes gremiales consiguieron el compromiso del titular de ese cuerpo, el massistaJorge Sarghini, de girar inmediatamente el proyecto a comisión y desde allí convocar a los empleados estatales para que puedan brindar su opinión, algo que no formaba parte de los planes del gobierno.

Para los gremios la Ley “precariza aún más” a los trabajadores de la provincia por la desaparición de algunos contratos.  Ahora los legisladores aliados del gobierno deberán explicárselo cara a cara, algo que podría cambiar la decisión de por lo menos algunos.

 

Fuente: Agencia Nova

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