Desde la asunción de la gestión de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) tomó un nuevo rol e impronta. Se modificó la cúpula para designar a Juan Manuel Lugones, hombre surgido de la Organización No Gubernamental (ONG) “Fútbol en Paz” y alineado políticamente a Margarita Stolbizer.
Además de la designación del abogado, el área que dependía de la Secretaría de Deportes se transformó en dependencia del Ministerio de Seguridad bonaerense, que conduce Cristian Ritondo.
En poco más de seis meses, desde su nombramiento hecho por María Eugenia Vidal, el nuevo responsable de garantizar la seguridad social en los eventos deportivos de la provincia de Buenos Aires se vio envuelto en sospechas de connivencia con barrabravas. Además hasta fue imputado por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público por el fiscal platense Marcelo Romero.
Entre las prioridades de Lugones a la hora de encarar su era en el cargo de la Aprevide, una fue marcar una diferencia con las gestiones bajo la gobernación de Daniel Scioli, y tomó la decisión de presenciar un operativo, al menos, en cada fecha del torneo de Primera división de la Asocia-ción de Fútbol Argentino (AFA).
La nueva actitud del titular del organismo fue el principal motivo de los dolores de cabeza más fuertes para la gestión de Vidal y Ritondo en relación con la prevención de la violencia deportiva.
La impronta de Lugones derivó en las acusaciones de vínculos con la barra brava de Independiente. Ante su presencia, en la fecha inaugural del campeonato, una fotografía mostró al jefe del sector violento del Rojo de Avellaneda, “Bebote” Alvarez, junto al hombre de Stolbizer en la Aprevide. Las pruebas fotográficas, “editadas” según el organismo provincial, recalaron en las denuncias de connivencia entre el dirigente y la rama que debería combatir.
Al ser consultado por La Tecla, Lugones denunció haber sido víctima de una operación mediática. Dijo: “La foto que circuló fue trucada, sacaron una foto de lejos y la recortaron. Se quiso acercar a hablar conmigo y yo le dije que no hablaba con nadie como jefe de la barra brava”.
Agregó que “todos los barras quieren hablar conmigo, y ‘Bebote’ Alvarez no fue la excepción; yo no tengo connivencia ni diálogo con ningún barra”.
Lo cierto es que el traspié en el debut oficial de la nueva gestión de Aprevide, y las repercusiones que generó la fotogra-fía, tuvieron impacto en Gobernación, que decidió dar vuelta la página y se-guir adelante. No obstante, Lugones volvió a caer preso de su impronta de gestión y acabó imputado por abuso de autoridad e incumplimiento de deber de funcionario público.
El ex titular de la ONG “Fútbol en Paz” se hizo presente en el partido entre Gimnasia y Esgrima La Plata e Independiente para liderar el operativo de seguridad. El resultado de la puesta en escena fue la detención de un joven, Gabriel San Martín, por fumar marihuana.
El muchacho fue aprehendido por Lugones y cuatro policías y trasladado hasta la comisaría Novena de La Plata, donde los efectivos de la dependencia denunciaron el accionar irregular del funcionario bonaerense ante elfiscal de turno, Marcelo Romero, por no realizar los procedimientos obligatorios para la detención.
En ese marco, desde la Uni-dad Fiscal Nº 6, que conduce Romero, remarcaron a La Tecla que “parecían Eliot Ness y Los Intocables: trajeron a un pibe por fumarse un ‘porro’ como si se tratara del ‘Chapo’ Guzmán”. Asimismo, el fiscal platense subrayó que “hicieron un operativo cinematográfico”, e informó que elevó al juez de garantías Pablo Romero el pedido de juicio oral y público para Lugones y para los efectivos que participaron de la detención.
Por su parte, Lugo-nes se defendió de la imputación y sentenció que cumplió con las órdenes de Vidal. “Todo lo que hacemos es para cumplir el mandato que nos dio la Gobernadora”, expresó. “Cumplimos con nuestras funciones y no abusamos de la autoridad en lo que teníamos que hacer ”, destacó el titular de la Aprevide y acusado.
En cinco meses frente al organismo, la nueva gestión del ente de prevención de la violencia en el deporte no logró formar una nueva imagen, y es la protagonista central de una causa por mal desempeño y abuso de autoridad. El cambio de identidad, anunciado y prometido, no llegó.
Fuente: La tecla Info
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