Trenes Argentinos informó que las obras en el corredor ferroviario ya están listas en un 75 por ciento. Por eso cortó el servicio dos fines de semana.
Cuando el tren Rosario-Buenos Aires dejó de operar durante dos fines de semana este mes, a más de uno se le encendió la luz de alarma. Pero no era para tanto: fuentes de la empresa estatal Trenes Argentinos informaron que el servicio se interrumpió por arreglos de la alcantarilla de un puente a la altura de Campana y aseguraron que ahora el servicio parte y llega con normalidad. Sin embargo, desde la asociación rosarina Amigos del Riel estimaron que la suspensión podría repetirse a medida que deban irse renovando nuevos tramos del corredor.
“Es lógico que haya un recambio de puentes y alcantarillas dentro de la obra global porque la mayoría data de 1916”, explicó uno de sus miembros, Carlos Fernández Priotti. Lo cierto es que desde la firma sostienen que ya se renovó un 75 % del total de 527 kilómetros de vías. Y confían en tener lista la obra para diciembre. Si cumplen, el tiempo de viaje se acortará a cuatro horas y media y habría condiciones para sumar más frecuencias. Hasta ahora, el tren Rosario- Retiro (con paradas en las estaciones Rosario Sur, San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Zárate y Campana) quedó fuera de servicio a lo largo de dos fines de semana de septiembre: el del 3 y 4, y el último del 17 y 18.
La elección de días inhábiles, estimó Fernández Priotti, obedece seguramente a que la mayoría de los pasajeros utiliza el tren con fines laborales o de trámites. “Por lo general se avisa dos o tres días antes”, sostuvo. Aun así, como circularon rumores de que el servicio podría volverse a suspender durante el próximo fin de semana, La Capital recurrió a las ventanillas de Rosario Norte.
“Los pasajes se venden con normalidad”, aseguró el empleado de Trenes, a la vez que dijo desconocer si más adelante podría volverse a suspender la operatoria de pasajeros. Ocurre que la empresa tiene en marcha un proceso de renovación ferroviaria. Durante el gobierno anterior, que fue el que repuso el servicio, confiaron inicialmente en terminar los trabajos durante el año pasado.
Sin embargo, eso no ocurrió y por ello quedó sólo una vía operativa que permite un único servicio diario hacia Rosario y otro hacia Buenos Aires. El plan es que, una vez culminada toda la obra, estimativamente para diciembre, se pueda aumentar la frecuencia con la que sale el tren y reducir el tiempo de viaje para los pasajeros: de las más de 7 horas actuales, a cuatro y media.
527 kilómetros. Los trabajos incluyen la renovación de los 527 kilómetros de vías del corredor, más alcantarillas y puentes, y la modernización del sistema de señalamiento para operaciones más seguras. “Para poder tener más frecuencia y velocidad estas obras son necesarias”, afirmó Rolando Maggi, otro de los históricos referentes de Amigos del Riel, quien sostuvo que “en todos los tramos” hoy se ven “trabajando cuadrillas”. Ayer, por ejemplo, el dirigente pudo observar el cambio de un “tramo completo de vías” entre el arroyo Saladillo y la estación Rosario-Sur.
De allí que calificó de “razonable” que haya cortes del servicio, porque “será para mejor”. De hecho, las últimas estadísticas sobre el servicio mostraron que la cantidad de pasajeros en el corredor Rosario-Retiro aumentó un 70 % desde que, en junio pasado, se habilitaron las tres nuevas paradas de San Pedro, Ramallo y Rosario Norte. La cantidad de pasajeros pasó de los 3.828 que viajaron entre la segunda quincena de mayo y la primera de junio, a 6.330 durante los últimos días de ese mes.
En declaraciones a La Ocho, el secretario general de la Municipalidad, Pablo Javkin, recordó ayer que “hay que completar la segunda vía”, ya que adolece de “una falla muy notoria en los durmientes de hormigón, que se quebraban al paso del tren”. Y ese defecto, explicó, obliga a “reemplazarlos uno por uno”.
Fuente: La Capital
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