En el 2014 La bajada Belgrano fue refuncionalizada con unas rampas para que las personas con discapacidad motora o bien madres con carritos puedan transitarlas todos sin dificultad.
Cuando el 6 de agosto del ese año las obras se dieron por finalizadas el intendente municipal instó a los nicoleños a cuidar la bajada Belgrano, como sitio histórico de la ciudad, ya que fue la primera obra pública ejecutada en la ciudad pero especialmente como espacio integrador y que pertenece a todos los nicoleños. Las rampas cuentan con barandas metálicas que en cualquier lugar normal deberían durar décadas. Sin embargo hay quienes se divierten rompiendo lo que es público. Y así lo han hecho. Seguramente habrá que reparar y extremar los cuidados en este sitio poniendo más cámaras, más iluminación y mayor presencia policial en algunos momentos.
Esta bajada es transitada diariamente por miles de nicoleños y visitantes. Es una verdadera pena que habiendo sido totalmente reconstruida hace menos de cuatro años se presenta en el estado que se muestra actualmente. Para poder alcanzar de esta manera uno de los objetivos planteados: “que la bajada Belgrano deje de ser utilizada como un simple lugar de paso para convertirse en un espacio verde más de la ciudad, habitable, recreativo y público, donde los vecinos puedan disfrutar de su tiempo libre”.
Fuente: El Norte