JOSÉ MARÍA PEREYRA, EL
HOMBRE DE LOS MILAGROS, AL
SALVAR A 3 NIÑOS DE MORIR AHOGADOS
Casi 100 mil lecturas lleva la nota de FLASH24 titulada “Un hombre le salvó la vida a una nena de 3 años al caer al Arroyo Somisa”. Este hecho ocurrió el sábado último, a media tarde, siendo José María Pereyra la persona que rescató a Fiorella Pilar Molina de las aguas del Arroyo Somisa, desatándose casi una tragedia en la zona media costera del barrio residencial.
Nuevamente José María Pereyra salvó a un niño. Es el tercer hecho donde toma protagonismo salvando a un menor de morir ahogado.
DIOS POR DELANTE
DE TODO…
Igualmente, siempre José María Pereyra pone a Dios por delante de todo. En diálogo con FLASH24 nos contó que fue su esposa, Irma González, la que marcó “paremos aquí”, viendo que había gente por todos lados. Entonces, encontraron un hueco y ubicaron las reposeras para tomar mate.
A la media hora de haber llegado al Arroyo Somisa, la figura de José María Pereyra tomó mayor protagonismo.
“ME TIRÉ
COMO ESTABA…”
“No ví cuando cayó la nena, al estar conversando con mi esposa. Pero sí escuché el grito de una señora. Enseguida me doy cuenta que la nena no estaba más… Me levanté de la reposera, me tiré como estaba (solo descartó el celular)”, le contó a FLASH24, tras recorrer unos 15 metros para llegar al lugar.
“Me tiro y no veo a la nena, en una zona muy incómoda, hasta que en un momento la manoteé de los pelos. La levanté y la abracé, hasta que otra persona me ayudó a sacarla al darse todo en una zona de barranca, con piso en declive. Incluso, yo necesité ayuda de la gente por lo complejo del sector”, marcó.
“PODRÍA HABER
PASADO CUALQUIER COSA”
Enseguida, José María Pereyra agregó que “no se veía nada” por las características del lugar, el barro y la crecida.
Luego, cuando pasan las horas, “uno toma conciencia que podría haber pasado cualquier cosa”.
Ese lugar estaba ocupado por varias familias, pero “la gente quiere ayudar, pero no reacciona, queda fría”.
EN EDAD JUVENIL
SALVÓ A UN NENE
EN UNA PILETA
La historia de José María Pereyra es digna de una película, apareciendo en el momento justo en otras dos ocasiones anteriores, que también salvaron a dos menores.
Cuando tenía 16/17 años le tocó actuar sorpresivamente en el Barrio Las Manzanitas. En ese momento trabajaba como herrero en una quinta, cuando al retirarse del lugar, observó que un nene de 3/4 años desapareció al pasar cerca de la pileta. Enseguida regresó y lo rescató.
SACÓ A UNA NENA DE UN
POZO DE AGUA SERVIDA
El otro hecho fue cuando tenía 23/24 años, sucediendo en el Barrio Colombo. José María Pereyra trabajaba en la colocación de un estéreo, cuando en un momento, en plena tarea en el automóvil, vio primero a una nena caminando, pero luego algo le llamó la atención y sintió en su interior que debía ir a observar. Enseguida apreció que una nena había caído en un pozo de agua servida, quedando totalmente tapada y como este sábado, la sacó de los pelos.
“TENDRÉ MÁS DEFECTOS
QUE VIRTUDES…”
“Gracias a Dios, a los tres los pude salvar”, agradece una y otra vez José María Pereyra. “Tendré más defectos que virtudes, pero a la hora de ayudar no dudo”, sostuvo este trabajador metalúrgico, que hace 10 años se desempeña en la empresa PROSETEC dentro de la Planta de TERNIUM SIDERAR. A su vez despunta el vicio jugando al fútbol e integrando un equipo de amigos del Barrio Villa Esperanza, alcanzando también gran repercusión –incluso internacional- en este ambiente deportivo. Recibió saludos desde Uruguay al leer la nota desde tierras “charrúas” y de la misma organización del clásico Torneo de Veteranos que se disputa en Nogoyá (Entre Ríos).
“DIOS PREPARA LAS
PERSONAS, EL LUGAR…”
Entre lágrimas, muchas emociones, el reconocimiento prácticamente de toda la ciudad al llegar casi a cien mil lecturas, José María Pereyra se quebró sobre el final. “Dios prepara las personas, el lugar y la hora”, sostuvo, siendo un hombre de una tremenda fuerza interior y que por los destinos de la vida, su decisión firme salvó a dos niñas y un nene. El sábado se lo agradeció la misma Fiorella Molina, junto a sus papás: Tatiana Dupuy y José Molina. Tres personas que volvieron a nacer, salvadas por este apreciado vecino del Barrio Santa Rosa.
Ya el domingo por la noche se reunieron las dos familias en la casa de José María Pereyra, prometiéndose mantener una amistad que seguramente fortalecerá a ambos. Y un agradecimiento eterno a este hombre de 46 años que sabe de situaciones límites, incluso cuando superó dos operaciones riesgosas.
Fuente: Flash 24