Encontraron el cuerpo sin vida de un hombre de 82 años, domiciliado en la población de Villa General Savio (ex Estación Sánchez) El cadáver fue localizado en el denominado puente “ciego” de la autopista, que te conecta con Theobald. El cuerpo, que apareció enterrado en ese paraje, tenía pedido de paradero activo, siendo identificado como Carlos Manuel Pereyra. Una ex pareja, que resultaría ser una mujer de Villa Constitución, podría estar imputada en el hecho.
En diciembre del año pasado los familiares de Carlos Manuel Pereyra, oriundo de un poblado del norte bonaerense, presentaron una denuncia por averiguación de paradero después de que el hombre, de 80 años, se fuera a vivir meses antes con una mujer a la ciudad de Villa Constitución y nada más se supiera de él. El misterio empezó a develarse ayer cuando el cuerpo sin vida del anciano fue hallado a la vera del kilómetro 236 de la autopista Rosario-Buenos Aires, en el ingreso a la localidad santafesina de Theobald. Aunque antes de ello, la mujer con la que se había ido a vivir y un hermano de ésta ya habían sido apresados en el marco de una causa por estafas porque siguieron cobrando durante cinco meses los haberes jubilatorios y una pensión por viudez del anciano. Lo que resta saber ahora, es si también ellos fueron los causantes de la muerte del hombre estafado y la acusación se ampliará a la de homicidio.
Todo empezó en julio de 2018. Por entonces Pereyra vivía en el poblado de Sánchez (entre San Nicolás y Ramallo) y la encargada de percibir los haberes jubilatorios era una de sus hijas, radicada en San Nicolás. En ese momento, el hombre cobraba una jubilación de 24 mil pesos y una pensión por otros 10 mil.
Desaparición
Sin embargo, una mañana de julio de 2018 la hija de Pereyra salió a realizar unos trámites y al regresar su padre ya no estaba en la casa. Y tampoco se halló en el lugar el DNI del anciano. De acuerdo a la investigación, aprovechando esa ausencia, Nancy B. lo buscó y lo llevó a Villa Constitución, donde se instalaron en un departamento de Neuquén al 900, en el barrio Altamira, donde formalizaron su concubinato. Además, la mujer pasó a ser su apoderada y comenzó a cobrar los haberes mediante un poder.
Según relataron los vecinos de la pareja al diario El Sur de Villa Constitución, a Nancy se la veía a menudo pero a Pereyra muy pocas veces. Munida de una serie de certificados solicitados al médico de cabecera de Pereyra se presentaba mensualmente en la Municipalidad villense para tramitar el certificado de supervivencia del jubilado, el que siempre le fue otorgado sin que nadie haya visto al octogenario. Luego iba al Banco Nación y cobraba la jubilación y la pensión.
Sobre la denuncia de la desaparición, radicada el 21 de diciembre del año pasado, la hija del octogenario planteó que se demoró en realizarla porque la policía de San Nicolás, donde ella vive, no se la quiso tomar porque el hecho había ocurrido en otra jurisdicción. Ante ello se sospecha que padre e hija mantuvieron algún contacto porque la joven conocía el domicilio de su papá. Así fue que una comisión de la seccional 13ª villense se presentó en el lugar donde se había asentado Pereyra y habló con la propietaria de los departamentos y también con Nancy B.
Breve fuga
Al día siguiente, a las 4 de la mañana, Nancy cargó sus pertenencias en un flete y se fue de Villa Constitución. La propietaria del departamento advirtió la situación a la policía y le recriminó a la mujer que se iba debiéndole un mes de alquiler y que además ya la estaba buscando la policía por el secuestro de Pereyra. “Voy a volver a pagarte y Pereyra está en su casa”, habría dicho al huir.
Posteriormente se supo que la mujer viajó a Santa Elena, donde reside su hermano, y que allí hizo extracciones de la cuenta de su concubino. Pero para poder seguir cobrando los háberes necesitaba el certificado de supervivencia y regresó a Villa Constitución para realizar el trámite en la Municipalidad. A esa altura tanto funcionarios municipales como del Banco Nación estaban informados por la PDI que en cualquier momento regresaría. Fue así que el último viernes de enero la mujer y su hermano cayeron al salir de la entidad bancaria.
Consultada por el paradero de Pereyra, Nancy alegó desconocerlo y dijo que en agosto de 2018 lo llevó al Sanatorio de la UOM de San Nicolás para que lo trataran por la picadura de una araña en un brazo. Además adujo que lo dejó internado para luego perder contacto con él. De ser así, su conducta sólo se encuadraría en una estafa por seguir cobrando los haberes del jubilado con su DNI.
Detenidos
De todas maneras las explicaciones no le cerraron ni a la PDI ni a la fiscal Analía Saravalli, quien ordenó la detención de los hermanos Nancy y Miguel Angel B. y le dictó prisión preventiva por 30 días. Nancy fue trasladada a un penal de Rosario y su hermano al Módulo de Detención Transitoria (MDT) de la Unidad Regional VI de Villa Constitución.
En tanto, desde diciembre los pesquisas de la PDI recorrieron geriátricos, hogares de ancianos, centros de salud tanto en Santa Fe como en Buenos Aires sin obtener datos del paradero de Pereyra, salvo la confirmación de que se atendió en el sanatorio de la UOM de San Nicolás en agosto pero sin quedar internado, sino en una consulta ambulatoria. A esa altura la sospecha era que el hombre había fallecido y que Nancy y su hermano podían estar involucrados en su muerte.
Lo cierto es que ayer, y después de recibir datos de un testigo anónimo, a la vera este del kilómetro 236 de la autopista Rosario-Buenos Aires, el cuerpo de Pereyra fue hallado sin vida. Todo eso se hizo por orden de la fiscal de Villa Constitución Valeria Pedrana, quien comisionó a la Brigada de Homicidios y Criminalística de la PDI de esa ciudad a cargo del comisario Elías Moreno la extracción del cuerpo.
Según la información oficial, en la zona rural de Theobald, sobre el lado este de la autopista, en cercanías de un puente ciego y una zona boscosa, los policías realizaron varias excavaciones hasta dar con el cadáver a un metro de profundidad. Con la presencia de peritos de la PDI de Rosario y bomberos de Villa Constitución se extrajeron los restos óseos que ahora son analizados en el Instituto Médico Legal rosarino con el fin de determinar la forma en que le quitaron la vida para así cerrar una historia truculenta.
Fuente: Diario El Sur