La sustracción de las coronas de la imágenes de la Virgen del Rosario de San Nicolás y del Niño Jesús que lleva en brazos podría relacionarse “directamente al problema de los robos de objetos culturales que viene creciendo en el país en los últimos años”, según señalaron expertos en el tema e investigadores.
En ese sentido, los datos que maneja el Departamento de Patrimonio Cultural de Interpol Argentina revelan que hay “más de 4 mil expedientes abiertos en el marco de búsquedas de obras artísticas que fueron robadas”.
Los ornamentos de la Virgen y el Niño Jesús fueron sustraídos la madrugada del jueves. Tal cual lo publicó LaCapital en su edición de ayer, los ladrones ingresaron al santuario de San Nicolás por una ventana lateral, bastante elevada, a la que se accedía a través de un alero. Una vez adentro, en el primer piso del templo, rompieron el cubículo de vidrio que guarda las imágenes sagradas y se alzaron con las coronas y el rosario. La policía inició un rastrillaje por un asentamiento cercano, pero con resultados negativos. Además, se tomaron huellas digitales y restos de sangre, pero no hubo información posterior respecto del resultado de los cotejos.
Las piezas de arte religioso son de las más codiciadas por los cazadores de obras, por el valor que tienen en el mercado negro, alimentado por coleccionistas europeos o asiáticos de altísimo poder económico. Los especialistas hacen foco en la falta de seguridad de los bienes, tanto en las iglesias como en museos. Precisamente, una serie de cuestiones coadyuvaron para que el robo en el santuario de la Virgen pudiera perpetrarse: la falta de seguridad interna, la ausencia de cámaras de videovigilancia y la momentánea desactivación de la alarma del complejo religioso, que estaba sometida a un proceso de modificación.
Tal cual lo reprodujo ayer la agencia Noticias Argentinas, fuentes de Interpol Argentina explicaron que “la causa por el robo de las coronas en la iglesia ya se sumó, por pedido de la fiscalía interviniente, a nuestra base de datos en el Departamento de Patrimonio Cultural, donde se siguen más de 4 mil expedientes por obras artísticas que fueron robadas en los últimos años”.
Acerca del tema, Luis Vicat, especialista en Seguridad Pública y quien investiga de cerca el fenómeno del robo de bienes culturales, aseguró que “alrededor del 80 por ciento de las obras robadas en nuestro país tienen alguna vinculación religiosa, y esto se explica por el elevado valor económico que tienen en el mercado negro”.
El experto destacó que “si bien hay muchos episodios delictivos perpetrados por vándalos que no saben bien de qué se trata lo que se llevan, hay organizaciones que estudian los blancos, detectan ausencia de controles, y golpean mediante robos estudiados al detalle”. En el caso de las coronas de la Virgen, la policía no descartaba ninguna hipótesis, aunque la posibilidad de un robo por encargo, bastante estudiado de antemano, podría estar entre las especulaciones.
En tanto, la licenciada Cecilia Cavanagh, directora del Pabellón de las Bellas Artes de la Universidad Católica Argentina, se mostró apesadumbrada por el robo en San Nicolás “porque más allá del valor monetario, lo que cuenta es el sentimiento que la comunidad le había puesto a la imagen”. La especialistas destacó que “es muy importante la vigilancia, la seguridad, y la realidad es que en nuestro país hay muchos espacios que son vulnerables a los robos”.
Desde Interpol, en tanto, se indicó que “el gran problema que tenemos es la ausencia de buenos inventarios; entonces, cuando hay robos importantes, en ocasiones ni siquiera contamos con la imagen del objeto sustraído. Hay búsquedas de obras cuyas imágenes fueron aportadas por feligreses, casi de casualidad”.
Vicat remarcó que “hay objetos de un valor incalculable que están en espacios donde no hay seguridad, y esto se sabe en el ambiente de los cazadores de arte”, argumentando que “este es un fenómeno de toda Sudamérica, pero particularmente en Argentina son las obras sacras las más buscadas, y hay que decir que muchas iglesias con piezas de alto valor tienen paredes de adobe, por lo cual resultan vulneradas con extrema facilidad”.
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