Tras un llamado al 911 denunciando que se realizaba una fiesta sin autorización en un campo con asistencia de una 500 personas, móviles policiales acudieron a Payán y Lamadrid.
Al llegar los agentes no lograron identificar al propietario del lugar ya que un grupo de personas los atacó arrojando palos y botellas al patrullero. Uno de los móviles recibió un impacto en el parabrisas destruyéndolo. Rápidamente los atacantes se dispersaron.
Se labraron actuaciones por Abuso de armas.