1. El radical Ernesto Sanz daba por perdida la recuperación de la Fragata Libertad, y el Tribunal del Mar fijó el 22 de diciembre como límite para el retiro de la nave de Ghana por considerar que un buque de guerra encarna “una expresión de la soberanía”, como lo sostuvo Cristina Kirchner en su momento.
2. El PRO, con Sturzeneeger a la cabeza, con la apertura del canje y el pago a los hold outs basados en la solidez e irreversibilidad del fallo de Griesa. La Corte de Apelaciones de Nueva York hizo lugar al pedido del Gobierno para que suspenda la resolución del magistrado, y hasta el gobierno norteamericano apoyó la posición argentina, en sintonía con lo dicho por Cristina cuando quitó toda racionalidad al fallo.
3. Martín Redrado afirmaba que probablemente Argentina ingresaría al “default técnico” tras el fallo Griesa, y hasta operaron coordinadas “calificadoras de riesgo” que bajaron la nota al país. La Argentina canceló U$S 3.520 millones correspondientes al cupón PBI, en tiempo y forma como se comprometió la Presidenta y por lo cual la deuda pública en moneda extranjera con privados alcanza al 9,1% del PIB, la más baja proporción en la serie de desendeudamiento iniciada en el año 2005.
4. Oscar Aguad insistía con la caída de confianza tras la recuperación por parte del Estado del 51% de las acciones de YPF y, como respuesta efectiva, se observó la masiva suscripción de obligaciones negociables de YPF para inversores minoristas, con vencimiento a un año, que se tuvo que ampliar de 50 millones de pesos a 150 millones de pesos, respondiendo a la confianza y apoyo que brindó la Presidenta, quien consideró la recuperación de YPF “Causa Nacional”.
5. Tras la vergonzosa sentencia del tribunal tucumano en el caso Marita Verón, la Presidenta volvió a la carga con la existencia de “fierros judiciales” , repudio de manera fulminante el fallo , se solidarizó con Susana Trimarco, desautorizó a sus propios dirigentes que no estuvieron a la altura de las circunstancias, y dio impulso a la extensión de las sesiones parlamentarias para aprobar la nueva Ley de Trata, anticipándose a la reacción de la Lilita Carrió que pretendió manipular la opinión pública para sacar ventaja política del horrible caso.
En la Argentina actual, como menciona Artemio López existen periodistas opositores que actúan como políticos, y como triste contrafigura, políticos opositores que juegan a ser periodistas, bastante malos por cierto.
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