Mucho calor que se prolonga a lo largo de los días y el agua y la luz dejan de funcionar. En algunos barrios de la ciudad, la ausencia de estos servicios llegó a completar la semana.
Más que golpe de calor, lo que se vivió durante buena parte de la jornada de ayer fue equivalente a un mazazo: con temperaturas que sobrepasaron largamente los 30 grados, miles de vecinos padecieron por las falencias de los servicios de luz y agua.
La historia ya es repetida. Cada vez que sube el termómetro crece la demanda de esos dos suministros vitales y enseguida ambas redes empiezan a experimentar fallas. Quienes sufren las consecuencias son, como siempre, los vecinos, que en las últimas horas la pasaron muy mal en sectores como Fonvi, Santa Cecilia, Gareto y Lanza.
Para los frentistas, los cortes reiterados y en algunos casos prolongados por más de 48 horas volvieron más agobiante aún la sofocante ola de calor que lleva días en la Región, convirtiendo las casas en “hornos” y obligando a muchos a visitar a familiares para poder tomar un baño.