La Escuela Especial N° 503 incorporó este ciclo lectivo una impresora braille remitida por el Programa Nacional Conectar Igualdad que facilita la producción de contenidos didácticos. La impresora les permite preparar los materiales para los estudiantes del Servicio de Disminuidos Visuales y Ciegos. Se trata de un dispositivo más ágil, que redundará en más tiempo de atención a los niños.
No sólo entre saludos de reencuentro de compañeros y el llanto de los más chiquitos que por primera vez pisaban el jardín de infantes, las maestras de la Escuela de Educación Especial Nº 503 de San Nicolás recibieron a este año a sus 129 alumnos.
“El proyecto institucional que implementamos este año se basa en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) al servicio del proceso de enseñanza-aprendizaje para facilitarle a nuestros alumnos la adquisición de habilidades y competencias para la vida, una mejor participación social y la inclusión educativa y laboral”, señala Gabriela Cabrera, directora de la institución.
Además de la impresora Brille y las netbooks recibidas a través del Programa Conectar Igualdad (CI), la escuela posee un servidor a través del cual se puede desarrollar un trabajo intrared entre el personal directivo, docentes y alumnos; equipos periféricos –como mouses para chicos con discapacidad motora-, y una impresora común para scanear los textos y trabajar con imágenes.
El equipamiento fue instalado, puesto en funcionamiento y monitoreado por los equipos técnicos territoriales de la Dirección de Proyectos Especiales de la Provincia de la Buenos Aires, a través del cual desarrolla sus acciones el Programa Nacional Conectar Igualdad. A su vez fueron los encargados de instalar los programas necesarios para atender las especificidades de los estudiantes.
“Los chicos ciegos o disminuidos visuales utilizan en sus net el programa NVDA que posee una placa de sonido que lee lo que está escrito en la pantalla. Por su parte, los chicos con sordera cuentan con un software de lengua de señas”, explica Cabrera que desde hace más de seis años está al frente de la institución educativa.
La Escuela, que es la única en el distrito que recibe a alumnos con discapacidad motora, ciegos, disminuidos visuales, sordos e hipoacúsicos, lleva el nombre de quien fuera el primer médico nicoleño en tratar la poliomielitis en la década del 50. En homenaje al Dr. Carlos Covi, la comunidad educativa eligió, democrática, esa denominación en 2009.
“Incluir las TIC en propuestas pedagógicas para el aula permite al docente abrir nuevos caminos, levantar barreras y forzar los límites visibles, brindando a los alumnos oportunidades para buscar y producir información, comunicarse y construir conocimientos logrando un aprendizaje más autónomo”, escribieron las docentes al pensar el proyecto institucional para encarar este ciclo lectivo que les permitirá optimizar el uso del equipamiento recibido.
La escuela de nivel inicial y primario, es atendida por 47 docentes y tiene al 70 por ciento de los chicos integrados a otra escuela; a su vez, cuenta con el servicio de atención domiciliara para aquellos alumnos que no pueden asistir en forma regular a institución escolar.
Fuente: prensa.gba.gov.ar
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