El jueves fue un día atípico para la familia Mussio. En horas de la tarde Guillermo se encontraba yendo y viniendo a su casa ubicada en calle Montevideo a la altura del 700 en barrio del Carmen ya que estaba trabajando en una obra en construcción ubicada en la misma cuadra, mientras que en su vivienda estaba su mujer con sus hijos, otros parientes y amigos de la familia. El movimiento dentro del hogar era continuo y la gente iba y venía por la vereda. Durante todo ese trayecto, Luis, un joven de 24 años, estaba dando vueltas por el barrio, observando, caminando tranquilo pero en una actitud que se antojaba sospechosa. En cierto momento se dirigió al domicilio de la familia a golpear la puerta y pedir algo para comer, ya que como refería, se encontraba sin trabajo.
Igualmente en la casa sospechaban de esa actitud y como hacia tan solo dos meses les habían robado una moto, desconfiaban del extraño que rondaba el lugar. Flavia, esposa de Guillermo, por las dudas decidió entrar la motocicleta, una Brava modelo 110 de color roja y negra, que estaba estacionada en la vereda y cuando salió se encontró con el joven que se la estaba llevando. Al preguntarle que hacia, el muchacho simuló estar confundido, pero al salir toda la familia a increparlo, el joven no ofreció resistencia y se sentó a esperar que venga la policía a llevárselo. Lo que se dice un delincuente modelo.
Fuente: Diario El Norte
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