Diferentes estudios encontraron los puntos más importantes para alcanzar el objetivo máximo en la vida de un ser humano: la alegría.
Dicen los que saben que la felicidad es el objetivo máximo del ser humano. Todo lo que se haga o deje de hacer tiene que ser siempre buscando eso, ser feliz, aunque nadie conoce realmente los medios para alcanzarla… hasta ahora.
Desde 1972, la Universidad de Chicago lleva adelante “monitoreo de la felicidad”, en el cual le consulta a las personas qué cosas les hacen felices. Con esos estudios, llegaron a la conclusión de que los valores y las experiencias son piezas claves para llegar al punto máximo en la vida.
Por su parte, la Universidad de Minnesota agrega un nuevo factor: la genética. Analizaron los niveles de felicidad de 1.300 parejas de gemelos y hallaron niveles similares hasta en aquellos que fueron separados al nacer, o criados en hogares diferentes.
“Somos felices alcanzando logros que no pudieron cumplir nuestros padres. El triunfo económico puede ser el objetivo para quien pasó privaciones o no separarse para el que creció en un hogar inestable”, señala Andrés Rascovsky, ex presidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
“Muchas veces uno ve a un chiquito jugando en la calle con muy poco y una cara de felicidad que quizás no encuentra en el recreo de un colegio privado. Uno aprende a ser feliz cuando acepta los acontecimientos que le tocaron vivir. Cuando las metas son muy altas, el nivel de frustración aumenta”, agrega Miguel Espeche, psicoterapeuta y coordinador de los talleres de Salud Mental del Pirovano.
“Hay un porcentaje mínimo de depresiones por una predisposición genética, la mayor parte de la gente se deprime por las cosas que le pasan. Por eso, la felicidad es aprender a vivir aun con los dolores más grandes“, cerró.
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