Desde el primer minuto del pasado miércoles 20 de marzo, los trabajadores “lucifuercistas” dejaron de realizar horas extraordinarias. Esta resolución se adoptó en el seno de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLYF), tras agotarse otras intensas gestiones y al considerarse injusto el tributo al Impuesto a las Ganancias que afecta al sector.
El mismo Secretario General de Luz y Fuerza San Nicolás, Guillermo Mansilla, planteó de entrada la actual problemática. “La generación de energía, transporte y distribución son considerados un servicio esencial en nuestro país. Por tanto, a quienes trabajamos en una empresa generadora, nos obligan a cubrir guardias rotativas en caso de desperfecto en alguna máquina. La propia Secretaría de Energía nos exige su pronta puesta en marcha para satisfacer la demanda del fluido eléctrico. Lo mismo ocurre con las empresas de transporte de energía en alta tensión, que ante desperfectos por razones climáticas, es normal encontrar a nuestros compañeros extendiendo la jornada en aras de que la electricidad llegue a todas las provincias. En lo que respecta a la distribución, jamás hemos dejado de estar presentes a la hora de restablecer el servicio en cada una de las localidades de nuestro país”.
Injusticia
Guillermo Mansilla fue muy directo con su análisis, al igual que la lucha planteada. “Por ello, es que creemos que es totalmente injusto que a la hora de recibir la retribución correspondiente, a esas tareas emergentes de la necesidad del servicio, recaiga sobre ellas el Impuesto a las Ganancias. La consideramos una imposición grave e injusta, toda vez que afecta no solo a esos ingresos adicionales, sino también a la propia base salarial. Somos concientes del aporte que todos debemos hacer como contribución social a aquellos sectores que no cuentan con un trabajo permanente, pero creemos que este aporte podría estar sujeto al salario normal, habitual y permanente, exceptuando de este modo toda bonificación especial y horas extraordinarias, especialmente en este sector que atraviesa una significativa crisis, producto de años de desinversión, agravado por el crecimiento de la demanda”.
Planteos
“Hemos planteado en distintos estamentos del Gobierno la preocupación de nuestros representados. No solo no hemos obtenido respuesta alguna, sino que en la discusión paritaria de este año, se observa diluir el porcentaje de aumento, producto de la aplicación de este impuesto al trabajo, neutralizando la actualización salarial.
Cerrar escalas salariales con vigencia de 12 meses nos obliga a analizar el deterioro del poder adquisitivo por la inflación, a lo que se suma esta injusta retención, en la que se nos encuadra como contribuyentes de la 4º categoría. Luz y Fuerza nunca ha sido irracional en sus decisiones y seguiremos manifestando nuestro compromiso solidario con aquellos sectores más relegados. Tampoco es nuestra intención descuidar la eficiente prestación del servicio, pero de aquí en más, lo haremos poniendo mayor énfasis en el reconocimiento a la tarea que realizamos”, resaltó Guillermo Mansilla, quien cerró la entrevista marcando que en definitiva, “el Estado se queda con el esfuerzo de los trabajadores lucifuercistas”.
Guillermo Mansilla, secretario general Luz y Fuerza San Nicolás
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