La AFIP tiene en preparación un aumento de las cuotas del Monotributo y del personal doméstico que implicará un fuerte incremento de la presión impositiva sobre 1,4 millón de contribuyentes. Es porque la suba de los pagos mensualesno prevé el ajuste de las escalas de las categorías, según adelantó el titular del organismo recaudador, Ricardo Echegaray.
Por un lado, la cuota mensual será más cara. Y por el otro, por la inflación los monotributistas deberán subir de escala con el consiguiente encarecimiento del impuesto total.
Y en el caso de los que superen la categoría máxima, directamente dejarán de pertenecer al Monotributo y pasarán al Régimen General. Esto lo obliga a pagar IVA y Ganancias, y hacer un aporte previsional mucho más alto, perdiendo la cobertura de la obra social.
Esto ya estuvo pasando porque desde enero de 2010, las escalas están congeladas, pese a que la inflación acumulada ronda casi el 100%. Esto se acentuará porque -según Echegaray- el aumento abarcará el aporte a la obra social y al sistema previsional, pero no contempla actualizar según la inflación las categorías que siguen congeladas hace 39 meses.
Eso determina que, por la inflación, aunque sus ingresos en términos reales sean iguales o más bajos, el monotributista deberá pagar mucho más. Por ejemplo, el monotributista de la categoría E – hasta $ 6.000 mensuales, que paga $ 210 de impuesto- al facturar en términos nominales más, debe ascender a la Categoría F (hasta $ 8.000 de facturación mensual) y pagar $ 400 mensuales, casi el doble. Esto pasa porque las cuotas del impuesto aumentan, proporcionalmente, más que los ingresos nominales.
El titular de la AFIP reconoció que el monto que se paga por obra social (de $ 60 el personal doméstico y $ 100 los monotributistas) y el que va a la jubilación ($ 35 personal doméstico y $ 157 los monotributistas) es “ bajo” en función de las prestaciones que ambos sistemas deben ofrecer. Esto hizo que las obras sociales pongan trabas al ingreso de afiliados (ver pág. 23).
Echegaray justificó la falta de ajuste por inflación de las escalas con un razonamiento muy particular.
“Consideramos que el Monotributo no es de carácter general, sino que es para una porción minoritaria de contribuyentes”, dijo Echegaray. Además sostuvo que “por lo general la gente que ingresa al monotributo no lo hace exteriorizando todos sus ingresos”.
Esta opinión encubre la decisión de achicar el número de inscriptos para que más gente pague IVA y Ganancias. Y revela los problemas de recaudación que tiene el Fisco.
El Monotributo se lo conoce como Régimen Simplificado porque con un pago mensual el contribuyente abona el impuesto, el aporte previsional y la cuota de la obra social. El sistema es simple de liquidar y no requiere de la ayuda de ningún profesional.
Pero el sistema se fue distorsionando, como sucede con otros impuestos como Ganancias o Bienes Personales, porque la AFIP no lo fue ajustando por la inflación. Por esa razón el Monotributo se fue encareciendo en una proporción muy superior a la inflación.
Ahora, en lugar de corregir esa distorsión, se lo profundiza. Con el agravante de aumentar el aporte mensual previsional y de salud.
El aporte del personal doméstico, que según el Ministerio de Trabajo cuenta con 300.000 personas registradas, es de $ 95 ($ 60 obra social y $ 35 de aporte previsional). En tanto, el empleador o dador de trabajo puede deducir una suma equivalente al minino no imponible del impuesto a las Ganancias. Ese valor fue ajustado pero mucho menos que la inflación.
Gentileza iEco
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