Advertidos por la proliferación de fiestas de fin de año que congregan una gran cantidad de jóvenes en ámbitos privados sin el control pertinente, desde la Dirección de Contralor e Inspección Ciudadana aseguran que se realizarán operativos de prevención o clausura. “No desconocemos los riesgos que suponen este tipo de reuniones concurridas en las que prolifera el alcohol”, explicó José Luis Roberto, titular de la Dirección de Contralor e Inspección Ciudadana..
En este tipo de celebraciones no suele haber control de ingreso de menores, ni tampoco en los espejos de agua. “Nos pasa que cuando acudimos a un lugar tras recibir la denuncia de vecinos molestos con la fiesta nos solemos encontrar con anfitriones enojados, que se niegan a la inspección alegando que se trata de un evento privado”, cuenta Roberto. Lo que hace el municipio, en estos casos, es dar aviso a la Policía. Y se notifica de la situación a un Fiscal para que intervenga con una orden judicial.
Fuente: Diario El Norte
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