Jamás imaginamos que uno de los primero lugares que visitaría esta película nicoleña sería la Escuela Secundaria que está ubicada en el seno de la Unidad Penal de nuestra ciudad. El patio de la misma, transformada en cine, fue el escenario propicio para que el Arte ganara este espacio y cada uno de nosotros, alumnos y profesores, fuéramos espectadores de un film de calidad mayúscula que fue atrapándonos hasta ganarnos por completo.
Frente a la pantalla gigante los miembros del staff presentaron la proyección. Una alegría doble fue saber que la película no venía sola sino que llegaba de la mano de quienes la habían soñado y habían trabajado minuto a minuto para que hoy pudiéramos disfrutarla. Nuestro Río Paraná ganó la pantalla y el silencio fue majestuoso…nos sumergimos en el él todos, y desde el eco de la leyenda volvimos a navegar en recuerdos personales… haciendo nuestro propio viaje….porque este largometraje habla de nosotros.
Cuando decimos viaje hablamos justamente de eso… de desandar los lugares de nuestra ciudad con el corazón… Tal vez quienes hicieron esta película no podrían dimensionar jamás el puente mágico que tendieron con el afuera , especialmente para quienes se encuentran en este contexto de encierro la aventura fue perfecta al recorrer de la mano de tantos artistas locales lugares conocidos por el recuerdo y la emoción. Ganados por la magia, la mirada clavada en la pantalla, descargando el peso de los recuerdos en la mano que firmemente sostenía la cabeza de los alumnos, fuimos testigos de miradas nubladas por la emoción y de sonrisas cómplices de nuestra historia nicoleña rescatada y valorada.
Tal vez el otro escenario fílmico haya sido esta cárcel recorrida por los creadores con su arte, donde el Yaguarón con sus cabriolas recorrió los espacios más olvidados para que todos pudieran disfrutar de una tarde de arte fílmico. Vale el agradecimiento nuevamente a quienes llegaron hasta aquí, una escuela pública más, donde estos espectáculos nos reviven y nos dejan pensando, donde la educación está privilegiadamente centrada en nosotros y donde siempre busca tender lazos sociales con los otros, con nuestra sociedad.
Agradecer principalmente a cada uno de los docentes y a su directora Prof. Silvia Antongiovanni que organizaron esta jornada enmarcada dentro de un Proyecto Institucional de Cine Debate. Ellos hicieron posible que esta tarde escolar se convirtiera en una tarde de cine perfecta: pantalla, decorado, luz tenue y hasta pochoclo… reconocer de manera especial a Marcelo (el Colo) Pascale por la gentileza, humildad y buena predisposición para llegar hasta aquí a traernos la magia del cine. Dijimos que la emoción ganó la tarde y que no pudimos traducir en palabras de gratitud la calidad de la que está hecho este film, de una riqueza de relaciones perfectas entre nuestra historia y el arte, y que sabemos que paso a paso fue realizada por el esfuerzo de un grupo de soñadores que la pusieron en marcha.
A ellos: ¡Gracias infinitas!… a su director Marcelo Echaniz, al artista local Marcelo “Colo” Pascale por esta brillante idea, quien además es el productor general; a Javier Tisera por su representación superlativa en el rol del Yaguarón, a las jóvenes Mailén Echaniz (cámaras y fotografía) y Vicky Tisera … y a partir de ellos, que son los que visitaron nuestra escuela, a la infinidad de otros tantos que desde su lugar hicieron que esta película tuviera brillo propio. “Gritos del Yaguarón” que fuera recientemente estrenado y declarado de interés legislativo y provincial por el Senado de la Provincia de Buenos Aires, luego de los reconocimientos a sala llena y con localidades agotadas… le toca ahora la maravillosa aventura de llegar a los espectadores más alejados y recibir como premio, tal como lo han vivido el viernes pasado en nuestra escuela, el agradecimiento genuino de aquellos que sienten no haber sido olvidados porque su sueños, su vida, está plasmada en un segundo de esta película nicoleña que nos llena de orgullo…por siempre.
Yamila Martinez (Profesora de la escuela secundaria)
Leave a Reply