Después de un proceso de salvataje que no obtuvo la respuesta esperada, el juez comercial Javier Cosentino dictó la quiebra de la principal empresa del Grupo Indalo, dueña además de las principales acciones de los medios de comunicación: Oil Combustibles SA. La quiebra es “con continuación de la explotación de la empresa por 30 días para evitar riesgos ambientales y garantizar fuentes de trabajo”, tal como había contado Clarín y se busca así mantener los puestos de trabajo de la refinería de San Lorenzo. También se extendió la intervención durante 60 días.
Después de ser el corazón del Grupo Indalo, su principal proveedora de préstamos y el activo más valioso, Oil Combustibles finalmente quebró. Con sus dueños -Cristóbal López y Fabián De Sousa- presos por defraudar al Estado, comienza ahora un período de evaluación de ofertas sobre los bienes de la empresa: el juez otorgó 72 horas para las empresas interesadas en adquirir la compañía.
Los interesados en adquirir los activos de Oil podrán ofertar, y será el juez Cosentino quien decida a favor de la mejor propuesta. La petrolera, que emplea a 400 trabajadores, cuenta con una red de 360 estaciones de servicio, una importante flota de camiones y vehículos, un puerto, la refinería e inmuebles, entre otras propiedades.