Es lo que pretende María Eugenia Vidal y en lo que se avanza con la Nación. Si hay acuerdo con el resto de los gobernadores, desistirá de la demanda que inició ante la Corte Suprema por la inconstitucionalidad del Fondo del Conurbano.
Si la negociación llega a buen puerto, la provincia de Buenos Aires recibirá el año próximo 40 mil millones de pesos en concepto de recursos federales. No es todo: la administración de María Eugenia Vidal pretende que esa cifra se estire a 65 mil millones de pesos en 2019 y que, a partir de allí, ese monto se actualice por inflación.
Ese el acuerdo al que pretende arribar el gobierno bonaerense con el resto de las provincias y la Nación en su pelea por descongelar los recursos que recibe por el Fondo del Conurbano. Sólo en caso de que todos los gobernadores acepten y se termine aprobando una ley, la administración de Vidal retirará la demanda que presentó en la Corte Suprema por la discriminación que sufre la Provincia en relación al reparto de los fondos federales.
Ayer, luego de la reunión del jueves entre el presidente y los mandatarios provinciales, trascendió que se había avanzado en un principio de acuerdo para que Buenos Aires recibiera unos 20 mil millones de pesos en 2018.
Se trata de una cifra que claramente no le cierra a la gestión Vidal. Por eso, ayer funcionarios y voceros se esforzaron en salir a remarcar que esos 20 mil millones no son el total de los recursos federales que pretenden para 2018. “Hay 20 mil que ya están comprometidos en concepto de coparticipación y lo que se reclama son otros 20 mil millones de pesos. En total, son 40 mil millones para el año que viene”, señalaban.
No sólo eso: la aspiración bonaerense es que para 2019 ese flujo de fondos se estire a 65 mil millones de pesos. Y que a partir de ese año, los ingresos por recursos federales se actualicen por inflación.
Por las dudas, en la Provincia no dan por cerrado ningún acuerdo, aunque admiten que existen avances concretos. Por eso, advierten que Vidal no bajará la demanda que inició contra el resto de las provincias si los gobernadores no aceptan esa propuesta.
El Fondo del Conurbano fue creado en 1992 y fondeado con el 10 por ciento de la recaudación del Impuesto a las Ganancias, tiene establecido desde 1996 un tope de 650 millones de pesos para la provincia de Buenos Aires, y el excedente se reparte entre las restantes provincias.
El gobierno bonaerense pretende eliminar ese límite, y en una demanda ante la Corte Suprema contra el Estado Nacional, en la que todas las demás provincias argentinas son “terceros citados”, el Ejecutivo provincial exige la declaración de inconstitucionalidad del tope, lo cual le devolvería a la Provincia el 10 por ciento del impuesto a las Ganancias para sus arcas.
Tanto en la Provincia como en la Nación existe optimismo en torno de un desenlace feliz de esta negociación. Es que se estima que si la demanda de Vidal prosperara, Buenos Aires se terminaría quedando con unos 400 mil millones de pesos, que deberían ceder las provincias y el estado nacional.
La solución que propone el gobierno de Cambiemos no le haría perder recursos al resto de las provincias.
Frente al reclamo bonaerense, el gobierno de Macri propuso derogar el artículo 104 de la ley de Ganancias, que establece que el 36 % de la recaudación por el impuesto a Ganancias no ingresa a la masa coparticipable y destina un porcentaje a la ANSES.
El 100% de esos recursos se coparticiparán si avanza el acuerdo.
Ayer, el que salió a poner en blanco sobre negro la pretensión bonaerense fue el ministro de Economía, Hernán Lacunza. Consideró que si bien “20.000 millones de pesos es mucho dinero, la provincia de Buenos Aires con el nuevo acuerdo debiera recibir 65.000 millones” en 2019.
“Para que la provincia de Buenos Aires esté en igualdad de condiciones que Mendoza deberíamos recibir 200.000 millones de pesos y eso es imposible”, argumentó Lacunza.
“Éste es el reclamo que tenemos con Nación; reponer lo que necesita la Provincia son 65.000 millones”, insistió el funcionario.
“La felicidad es bastante difícil, más siendo ministro de la provincia de Buenos Aires”, dijo Lacunza, e indicó que su “percepción” y “satisfacción” es que se llegó “a un punto de inflexión” y señaló que, en ese marco, “el desafío fue administrar la herencia”.
“Podemos aspirar a crecer más en los próximos años”, remarcó.
Por su parte, el vicegobernador , Daniel Salvador, manifestó su “optimismo” respecto de la posibilidad de que se llegue a un acuerdo que permita resolver la disputa por el Fondo del Conurbano.
“Estamos con la expectativa y el optimismo de que después de estar viviendo esta injusticia de tantos años se pueda resolver esta situación”, observó Salvador.
Al mismo tiempo, el funcionario destacó que, actualmente, existe “una situación saludable” signada por la presencia de “un gobierno con visión federal, que no busca imponer, sino resolver por consenso”.
La solución del planteo bonaerense está atado al acuerdo fiscal que el Gobierno quiere firmar el jueves próximo con todos los gobernadores”, aseguraron fuentes de Casa Rosada y voceros oficiales bonaerenses. El presidente Macri quiere que el nuevo acuerdo fiscal rija desde el 1° de enero de 2018.
Luego de ese primer contacto entre el Presidente y los mandatarios, trascendió que la Provincia recibiría 20 mil millones de pesos en 2018. De ahí, que ayer los funcionarios de Vidal salieran a dejar en claro que esa no es la pretensión total de la administración bonaerense, sino los $40 mil millones para 2018 y los $65 mil millones para 2019.