El Laboratorio de Estudios Ambientales (LEA) se encuentra virtualmente paralizado, de acuerdo a las denuncias efectuadas por personas que en los últimos años prestaron diferentes servicios en el lugar. Algunas de ellas fueron informadas en el último tiempo que sus contratos no serán renovados.
Los denunciantes, que prefirieron resguardar su identidad, responsabilizaron a las autoridades que tomaron el control del Laboratorio en diciembre del año pasado, cuando la estructura operativa dejó de estar bajo la órbita del Rectorado de la Universidad Tecnológica Nacional para pasar a depender de la Facultad Regional San Nicolás. En ese contexto, los ahora ex empleados denuncian retrasos en los pagos y parálisis operativa del LEA.
Este panorama se da a partir de la elección de la Asamblea Universitaria que asignó como nuevo rector a Héctor Aiassa, para tomar el lugar que ocupara durante seis períodos Héctor Brotto. La misma Asamblea consagró al Decano de la FRSN, Ing. Haroldo Avetta, como vicerector para el período 2017-2021.
Poco tiempo después de esos cambios, según el aporte de distintas fuentes, el Laboratorio de Estudios Ambientales dejó de estar bajo la órbita de la UTN para pasar a depender de la Facultad Regional. En ese contexto, se resolvió no renovar los contratos de una parte de los directivos técnicos del Laboratorio.
Entre los desafectados están el Director regional, Ing. Miguel Villaescusa, y la Directora técnica, Lic. Laura Morzán. Además se decidió no renovar el contrato del responsable de Desarrollo Institucional, Ing. Juan Manuel Martínez. El único contrato que se mantiene en curso entre las autoridades con poder de decisión es el del Director general del LEA, Romano Schiavello.
Llama la atención que bajo la órbita del Rectorado, el personal del Laboratorio no formaba parte de una unidad académica de la UTN, sino que la relación laboral se establecía por contratos, renovables cada tres meses. Según se dijo oportunamente, con el tiempo el personal pasaría a integrar la plantilla permanente de la UTN, algo que nunca ocurrió.
De acuerdo a lo manifestado por diferentes fuentes, el financiamiento que recibía el LEA en los últimos tiempos venía sufriendo recortes importantes. Y tras producirse el pase a la órbita de la Facultad Regional el presupuesto quedó reducido al mínimo. Fue entonces que dejaron de renovarse contratos.
En los últimos días habrían sido siete las personas informadas de su desvinculación del Laboratorio, entre ellos, una secretaria, técnicos y personal de limpieza. Por otra parte, a algunos se les estaría adeudando el salario de noviembre. Los argumentos de las actuales autoridades al momento de informar la no renovación de contratos se centran en la falta de dinero y hacen responsables de ello a las anteriores autoridades.
Hoy el LEA depende de la Secretaría de Proyectos Especiales de la Facultad Regional San Nicolás. En principio, sólo funcionan cuarto laboratorios con un único técnico en cada uno de ellos, con lo cual la operatividad quedó reducida notablemente, según denuncian ex trabajadores. Algunos técnicos renunciaron debido a retrasos en los pagos.
En este contexto, se plantean algunas dudas sobre el futuro del Laboratorio en virtud de que una parte del equipamiento no pertenece a la UTN sino al Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, que se lo cedió en comodato. La incertidumbre radica en qué pasará con ese equipamiento si el Laboratorio no cumple las funciones para las que fue creado.
Fuente: El informante