Los jefes comunales del FpV se van probando la camiseta con el nombre de su candidato. Los kirchneristas puros, los sciolistas y los massistas se reagrupan, cada cual por su lado, en la previa de una elección que se anticipa vibrante
Cómo juega cada uno de los intendentes oficialistas del interior bonaerense. La distribución kirchnerista, sciolista y massista en la segunda, cuarta, quinta, sexta y séptima sección electoral.
Segunda sección: Un extraño combinado kirchnerista
En la Segunda, aunque con matices, los intendentes reportan todos al Gobierno nacional. El cimbronazo fuerte se dio a partir de la derrota del hijo de José María Díaz Bancalari a manos de su archirrival, el ahora intendente, Ismael Passaglia. El Mono había sido históricamente el hombre fuerte del PJ en la sección. Cercanos a él son los intendentes de Baradero, Aldo Carossi, y de Salto, Oscar Brasca. A este último, quien se mostró con Mariotto en varias oportunidades, le ofrecieron encabezar LJD en su distrito, pero no quiso. Por su parte, Oscar Ostoich, de Capitán Sarmiento, más allá de su cercanía a Nación, mantiene una buena relación con el sciolismo. Uno de los nuevos, el alcalde de San Antonio de Areco, Francisco Paco Durañona, llegó de la mano del randazzismo y luego se puso a jugar fuerte con Boudou. En tanto, Osvaldo Caffaro, de Zárate, proveniente del socialismo, es considerado actualmente un kirchnerista más. De todos modos, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, no lo quiere ni un poco. Al que también quieren poco es a Ricardo Casi, de Colón, a quien el mismísimo Boudou se encargó de criticar durante la última campaña electoral. Para colmo de males, fue uno de los pocos que se animaron a asistir al acto lanzamiento de La Juan Domingo, en General Viamonte. Diferente es el caso del sampetrino Pablo Guaccone, quien llegó a la intendencia en 2009, cuando el cobista Mario Barbieri se ganó una banca en el Congreso de la Nación. Después vino la ruptura, y en 2011, con apoyo de gran parte del kirchnerismo, logró revalidar su cargo. En tanto, en Exaltación de la Cruz las aguas están divididas entre Nación y Provincia. Más allá de que el senador Ricardo Bozzani es integrante de La Juan Domingo, el ahora jefe comunal, Adrián Sánchez, quien reemplazó a Horacio Errazu, se muestra cercano al kirchnerismo y al sciolismo, sin levantar demasiado la perdiz. Los dos restantes, Daniel Bolinaga, de Arrecifes, y Luis Ghione, de San Andrés de Giles, tampoco parecen tener inconveniente con uno ni con otro.
Cuarta Sección: Los caudillos del PJ siguen dominando
Los tiempos kirchneristas no alteraron demasiado la lógica interna del peronismo de la Cuarta sección. Los dos principales referentes, Florencio Randazzo y Julián Domínguez, continúan reteniendo su porción de jefaturas comunales, en un universo dominado por la letra K. Se alistan en el randazzismo los intendentes Aníbal Pitelli, de Chivilcoy; Juan Carlos Bartoletti, de General Viamonte; y María Celia Gianini, de Carlos Tejedor.
En el sector de Domínguez se ubican Francisco Iribarren, de Ameghino; Mauricio Barrientos, de Chacabuco; Alexis Guerrera, de General Pinto; Pablo Zurro, de Pehuajó; y Alberto Conocchiari, de Leandro N Alem. En tanto, el jefe municipal de Carlos Casares, Walter Torcchio, se muestra cercano al senador nacional Aníbal Fernández. El alcalde Sergio Massa suma su dote, a través del jefe comunal Gilberto Alegre. Están luego los mandatarios alineados con el movimiento nacional y popular, pero algo movidos de este esquema. Aldo San Pedro, de Bragado, es uno de ellos. Al igual que Jorge Fernández, de Lincoln, y José María Medina, de General Arenales. El único alistado de forma evidente en el sciolismo es el intendente de Trenque Lauquen, Raúl Feito.
Quinta sección: El sciolismo hace base en la costa
Quizá porque las playas y el turismo han sido su lema en muchas campañas, el gobernador Scioli logró edificar una humilde estructura en las comunas de la Quinta sección. Allí juegan para su equipo Patricio Hogan, de General Alvarado (cuyo padre es funcionario del gobierno, como titular en Centrales de la Costa); Hernán Muriale, de Pinamar (viene del palo del destituido intendente Blas Altieri, que tuvo en su momento el apoyo del mandatario provincial); el intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti; y Marcela Passo, de General Lavalle, jefa comunal que reporta a Osvaldo Goicochea, senador de La Juan Domingo. También se ubica cerca Marcelo Racciatti, de Lezama. En las veredas kirchneristas se alistan, en el sector de Randazzo, los intendentes Alberto Gelene, de las Flores; Hugo Rodríguez, de Lobería; Jorge Eijo, de General Belgrano; y Jorge Rodríguez Erneta, de Villa Gesell. Julián Domínguez tiene su representante en la figura del intendente de General Madariaga, Cristian Popovich; y Amado Boudou conserva al jefe del Partido de la Costa, Juan Pablo de Jesús. Otros añejos intendentes del oficialismo, como Juan Carlos Veramendi, de General Paz; Jorge Paredi, de Mar Chiquita; José Echeverría, de Balcarce; Jorge Ugarte, de Rauch; Gustavo Walker, de Pila y Héctor Olivera, de Tordillo, no se alistan en ninguno de los combinados en cuestión, y siempre tienen el pase en su poder. En tanto, otros dirigentes, como el jefe comunal de Monte, Raúl Basualdo, acotan su espacio al arco local. Francisco Echarren, de Castelli, en tanto, es de la nueva generación K. Lo mismo sucede con Horacio Tellechea, de Necochea, el hombre de Gabriel Mariotto, que hoy litiga su puesto en la Justicia.
Sexta sección: Todos juegan, menos el massismo
En la Sexta sección las aguas se encuentran bastante divididas, aunque con supremacía del kirchnerismo, como en las secciones restantes. En Bahía Blanca, el distrito más poderoso, Gustavo Bevilacqua reporta a Nación y responde a las huestes de Dámaso Larraburu. El jefe comunal es muy cercano a Mariotto, sobre todo por el estilo, destacan algunos colegas. El intendente en uso de licencia, Cristian Breitenstein, actualmente ministro de Producción bonaerense, juega claramente para Scioli. Por su parte, Julio Marini, de Benito Juárez, es hombre del randazzismo, aunque con mucha sintonía con la ministra de Gobierno provincial, Cristina Alvarez Rodríguez, que también es muy allegada al kirchnerista Néstor Alvarez, mandamás de Guaminí.
Alicia Kirchner tiene lo suyo, de la mano del alcalde de Coronel Suárez, Ricardo Moccero, profundamente enfrentado con el funcionario sciolista de esos pagos, Hugo Bilbao. Además, Patricia Cobello, de Villarino, y Alfredo Fisher, de Laprida, llevan la camiseta K, por su cercanía con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Otro que responde al chivilcoyano es el jefe comunal de Monte Hermoso, Marcos Fernández, quien reporta al senador y ex intendente de ese distrito, Alejandro Dichiara. El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, también se prende en el juego. Cercano a la vieja cooperativa bahiense y a Haroldo Lebed, aparece el mandamás de Saavedra, Hugo Corvatta. En tanto, sin referentes fijos, pero jugando siempre para Nación, se alista el intendente de General La Madrid, Juan Carlos Pellita. Lo mismo pasa con Roberto Alvarez, de Tres Lomas. Por último, Gustavo Trankels, de Tornquist, es el más allegado al sciolismo, debido a su cercanía con el ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré.
Septima Sección: el avance del kirchnerismo puro
En 2011 el kirchnerismo puro avanzó con fuerza en toda la Séptima sección electoral. Las intendencias del FpV fueron copadas por nuevos dirigentes, que adhieren de forma absoluta al Gobierno nacional, aunque con algunos matices en sus referentes directos. En Azul, José Manuel Inza se encuentra más cerca de Florencio Randazzo (y del ladero randazzista, el diputado provincial Mario Caputo) que del sector de Unidos y Organizados, que a nivel local fogonea la diputada nacional Gloria Bidegain. Semanas atrás el jefe comunal tuvo un cimbronazo, cuando debió justificar la tercerización de las tasas ante el Concejo Deliberante. Aunque lo perdonaron, formaron parte de la movida los ediles del FpV. El caso de Eduardo Bucca, de Bolívar, es más ordenado, ya que el joven intendente, hijo del ex legislador provincial José Bucca, se amolda sin inconvenientes a la lógica K. El mandamás de Roque Pérez, Juan Carlos Gasparini, afirma a quien quiera oírlo que sus “maestros” son el senador nacional Aníbal Fernández y el titular de Medio Ambiente, Juan José Mussi.
El dirigente ha sabido aggiornarse a los nuevos tiempos kirchneristas. En el caso del jefe comunal de Tapalqué, Gustavo Cocconi, su ligazón viene por el lado de Walter Abarca, un legislador inserto en el sector de La Cámpora. En este esquema podría decirse que la oveja negra es José María Eseverri, de Olavarría, quien se alineó desde hace un tiempo al sector de Sergio Massa
Gentileza de www.latecla.info
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