Si bien ya existe una ordenanza que regula las fumigaciones en cercanías de zonas urbanas, los concejales nicoleños aprobaron ayer una nueva norma que resulta más restrictiva: mientras que hoy no se puede fumigar a menos de 150 metros de zonas urbanas, ahora ese límite se fija en 1.200 metros. La aprobación fue unánime, tras un intenso y curioso tratamiento que el justicialista Juan Manuel Martínez definió como “casi surrealista”: los bloques de oposición debieron convencer a Andrés Quinteros (impulsor de la iniciativa) para que el proyecto fuese tratado y aprobado.
El Concejo Deliberante de San Nicolás celebró ayer una nueva sesión ordinaria. El encuentro demandó a los ediles algo más de una hora. Entre los asuntos por tratar, llegaba al recinto de sesiones del Palacio Legislativo un proyecto presentado por Quinteros, presidente del Cuerpo e integrante del bloque oficialista del Frente Social.
Con despacho unánime de aprobación, firmado en la comisión de Promoción y Desarrollo Sustentable, lo que se trataba era una modificación a la ordenanza que actualmente regula las fumigaciones en las zonas rurales; en especial, las cercanas a áreas urbanas.
El proyecto -que había ingresado al Cuerpo el 11 de julio pasado- pretendía un carácter más restrictivo que el de la actual Ordenanza 7044. En concreto, busca modificar los artículos Primero y Segundo de la norma vigente, para que la fumigación o pulverización con plaguicidas o agroquímicos (que hoy están prohibidas en un radio de 150 metros de los límites urbanos), sean vedadas en un radio de 1200 metros. “Quedan exceptuados de la presente reglamentación los productos destinados al control de plagas urbanas y las aplicaciones terrestres o aéreas que se realicen por iniciativa oficial”, aclaraba el proyecto.
En tanto, el mismo radio restrictivo (es decir, de 1200 metros) se proponía para las aplicaciones terrestre de plaguicidas o agroquímicos. En este caso, la legislación actual establece un radio de 300 metros.
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