La tarde estaba fría, desapacible, pero el ambiente de la protesta estaba bien caliente. Eran las 18, 18.30, entraba la noche ya pero nadie abandonó su puesto de lucha.
Los vecinos autoconvocados de Villa Canto, Villa Riccio y Villa Campi necesitaban alguien que fuera la voz liberadora de sus penas, que no son pocas.
Nos rodearon inmediatamente lanzando sus desesperadas quejas, mostrándose muy enojados porque las mejoras no llegan a sus calles. “Te invitamos a recorrer las cuadras de las tres zonas y vas a ver que esto es imposible de soportar, fijate que no tenemos veredas y tenemos que caminar directamente por la calzada así embarrada como está, los que vamos a trabajar, los que llevan los chicos a la escuela. Es un desastre”, dijo uno de los que se acercaron.
Fuente: Diario El Norte
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