A pesar de haber notificado oficialmente que dejaría sin efecto los 180 despidos; el viernes por la mañana, el Grupo Indalo dio marcha atrás, y en vez de retrotraer la medida, la dilató. Los trabajadores firmaron un acta que les asegura el empleo por 30 días más. Sigue siendo una incógnita el futuro de la empresa luego de ese plazo.
Cuando la situación parecía encaminarse, vuelve a foja cero. A pesar de haber confirmado al Ministerio de Trabajo que el viernes dejaría sin efecto los 180 telegramas de despido enviados a sus trabajadores a fines de agosto; la directiva de Paraná Metal incumplió lo pautado, y en vez de suspender la medida la prorrogó por 30 días más. La noticia fue un baldazo de agua helada que dejó descolocados no sólo al mundo metalúrgico, sino a toda la comunidad que se había hecho eco de las posibilidades de continuidad laboral de los trabajadores. Los representantes de UOM, como del Ministerio de Trabajo se expresaron en duros términos contra el Grupo Indalo (titular de la planta), asegurando que los empleados están siendo “vulnerados y manoseados” por la empresa. Con todo, la supervivencia de Paraná Metal después de noviembre sigue siendo una incógnita.
Todo marcha atrás
A fines de agosto, y luego de varios rumores de crisis terminal, Paraná Metal remitió 180 telegramas de despido en los que informaba a los trabajadores que se tomaría 60 días para reacomodar su perfil productivo a los desafíos de la industria automotriz; en caso de no haber una medida suspensiva en el transcurso de ese plazo, el 31 de octubre, la compañía daría por finalizado el vínculo laboral de forma definitiva. En vistas que la fecha se cumplía el sábado próximo pasado, el jueves por la tarde, a escasas horas del límite, la determinación de no echar a los obreros terminó llegando. Alrededor de las 18, Paraná Metal confirma a la delegación local de UOM y al Ministerio de Trabajo de la provincia que dejaría sin efecto los despidos; para lo cual, sus representantes se haría presentes en la mañana del viernes en nuestra ciudad para firmar una acta conjunta que retrotraería la medida de una sola vez.
Al día siguiente, las expectativas se cayeron a pedazos, cuando en su arribo a la sede sindical de los metalúrgicos, “El Polaco”, Miroslav Miakota (Gerente General de PM), les comunicó que la decisión no era suspender los despidos, sino prorrogar el plazo de desvinculación hasta fines de noviembre. Cuando el empresario soltó semejante noticia, el encuentro, a priori pacífico, con los metalúrgicos mutó a un griterío que finalizó con Miakota y sus acompañantes abandonando el sindicato raudamente, sin hacer más declaraciones que las siguientes: “Esto es entre empresa, gremio y empleados”.
Fuente: www.elsurdiario.com.ar
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