Con el título “Con los chicos en las aulas”, unos 90 intendentes bonaerenses, entre ellos varios de los más importantes jefes comunales del kirchnerismo en el Conurbano, apoyaron a Daniel Scioli en medio del conflicto docente y pidieron a los gremios que continúen sus reclamos sin afectar el ciclo lectivo. Entre esas 90 firmas, aparece la estampa de Ismael Passaglia, Intendente de San Nicolás.
La decisión de estos intendentes de apoyar a Scioli cuando su pelea con la Casa Rosada está en el punto más álgido de toda la historia del kirchnerismo, encendió la furia presidencial y dejó en una muy mala posición al ministro de Planificación, Julio de Vido, a quien Cristina había resucitado poniéndolo al frente de la relación con los jefes comunales. Tarea para la que le habilitó además miles de millones para solventar el plan de pequeñas obras “Más Cerca”, el anzuelo de la Rosada para mantenerlos en el redil.
Pero esta noche no sólo De Vido estaba furioso, la decisión de algunos de estos intendentes de no firmar (como fue el caso de Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, mencionado como posible número dos de una lista encabezada por Alicia Kirchner) dejó en off side a los que si firmaron. Y por estas horas el pase de facturas alcanzaba una tensión que no se veía hace años.
“¿Porqué firmaron?”, era la pregunta del millón, ya que Scioli no tiene nada para ofrecerles salvo compartir las penas de una provincia totalmente desfinanciada. Pero esa mirada, que presume de realpolitk, elude una máxima que supo acuñar el propio Néstor Kirchner: “La política es plata y expectativas”. Y Scioli jugó la segunda de esas cartas. “Les promete futuro”, se sinceró un experimentado operador del Conurbano.
Algunos intendentes se cubrieron diciendo que ante el pedido de Scioli consultaron a la Rosada y la respuesta con olor a despecho fue: “Hagan lo que quieran”. Se supone que de esta manera el kirchnerismo concretaba un “test de lealtad”. Puede ser, pero como decisión política a la luz de lo ocurrido no parece afortunada. Si ante la mínima piedra libre se escapan 90 intendentes a plena luz de día, parece más sensato evitarse ese mal trago.
La solicitada, adelantada por LPO, fue firmada -según fuentes de Gobernación- por jefes comunales de todos los colores políticos, aunque el dato político relevante es la presencia de primeras espadas del dispositivo bonaerense que venía trabajando la Casa Rosada para cercar a Scioli.
Se decidió publicarla sólo en diarios provinciales, acaso para no agravar la provocación destinando fondos a La Nación y Clarín. Y trabajaron en la recolección de firmas, los ministros más kirchneristas del gabinete: Alejandro Arlía y Cristina Alvarez Rodríguez. Otra delicia florentina que se permitió Scioli.
Es decir, en la superficie lo que se discute es el conflicto docente, pero en el fondo lo que se juega es la pelea de poder presente y futura del peronismo. Y fieles a la máxima “el territorio es todo”, con esta solicitada Scioli puede exhibir un respaldo territorial demoledor.
En el texto, los intedentes manifiestan su “convicción de que la Educación Pública es un derecho universal de nuestros chicos. En ese sentido, por justa que sea una reivindicación salarial, debe compatibilizarse cualquier reclamo con el derecho de nuestros hijos a aprender en las aulas de las escuelas”.
Entre los jefes comunales suscriptores se contabiliza a la mayoría de los kirchneristas y a varios opositores, quienes expresaron su apoyo “a las gestiones que viene realizando el Gobierno de la Provincia para que las clases se desarrollen con absoluta normalidad”.
Entre los jefes comunales firmante aparecen Darío Giustozzi (Almirante Brown), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Darío Díaz Pérez (Lanús), Fernando Espinoza (La Matanza), Hugo Curto (Tres de Febrero), Raúl Othacehé (Merlo), Julio Pereyra (Florencio Varela), José Inza (Azul), Enrique Slezack (Berisso), Aldo San Pedro (Bragado), Julio Marini (Benito Juárez), Aníbal Pitelli (Chivilcoy). También aparecen firmando la solicitada los intendentes dos de la Coalición Cívica, Luis Etchevarren (Dolores) y Victoria Borrego (25 de Mayo).
“Pedimos que se entienda que la legitimidad del reclamo no puede avasallar el derecho de los niños a aprender y que 4.700.000 pibes están perdiendo días de clase, valiosos para la construcción de una sociedad más justa, porque no hay herencia social mayor que la educación”, finaliza el documento.
Reunión con docentes
Con la solicitada en los diarios, que refueza la convicción de Scioli anticipada por LPO de que el conflicto docente ya lo ganó en términos políticos, el gobierno provincial recibirá mañana a los gremios en una reunión que se llevará a cabo en la cartera educativa. Hoy el propio gobernador aclaró que el encuentro no tendrá carácter de paritaria. “Será una reunión de trabajo con agenda abierta de los otros temas”, aseguró.
La convocatoria a los maestros surgió tras el anuncio de tres nuevos días de paro con lo que la protesta en lo que va de 2013 llegará a las 11 jornadas sin clases en las aulas de las escuelas públicas.
“Si (a la Provincia) le hace falta dinero, tienen que decirlo, pero no pueden condenar a los docentes y trabajadores estatales a un aumento que está muy por debajo del costo de vida. Es inaudito que un docente reciba 300 pesos en seis meses, que es lo que gasta un funcionario en una cena”, afirmó el desgastado secretario general de Suteba, Roberto Baradel, en una movilización en el centro porteño (Ver cuadro).
En las últimas horas la tensión entre el gobierno provincial y el titular de Suteba y líder de los docentes, Roberto Baradel, fue en aumento. Anoche, luego del anuncio de nuevos paros, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, habló de “actitudes destituyentes” por parte de los maestros.
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