Del campo minado por los trolls a los campos con atardeceres imponentes. De la lucha en el barro con tirapiedras anónimos a la comunidades organizadas que elogian con desmesura cualquier imagen atiborrada de “hashtags” . Instagram se transformó en los últimos dos años en el nuevo paraíso social y deportivo para las celebridades y para las marcas. Las organizaciones deportivas como la NBA, la UEFA y la ATP tienen a esta plataforma como el corazón de sus estrategias digitales. Los datos señalan que el fútbol es el deporte que mejor comprendió como utilizar toda su capacidad de comunicación.
“Instagram es la plataforma que más creció a nivel global en volumen y en uso, luego de la aparición de Snapchat, que fue la que realmente rompió el paradigma de la comunicación digital. Pero Instagram se hizo más amigable. La Argentina pasó de 6 millones de usuarios a mediados de 2015 a 10 millones en 2016. Eso en gran parte se dio por la presencia de celebridades del deporte, como también de la moda y la música. Las marcas deportivas tienen actualmente a Instagram como el centro de su estrategia digital. En la Argentina notamos que justamente las marcas más pequeñas son las que mejor han entendido el potencial de Instagram”, cuenta Agustín Gimenez, director regional de Social Live, una compañía de investigación digital especializada en analizar tendencias y comportamientos de las audiencias usando “big data”.
El fenómeno Instagram opitimiza lo que ya funcionaba y descarta lo peor de otras redes. Los deportistas pueden contar su día a día a través de las historias (viajes, entrenamientos, tiempo libre) sin toparse con comentarios hostiles. “Instagram toma lo mejor de cada mundo. Se pueden contar historias de muchas formas: con una foto y un texto, con fotos retocadas, con transmisiones en vivo. Los múltiples hashtags universalizan la conversación. Las marcas y los atletas pueden lograr una comunicación uno a uno con sus seguidores de una manera más segmentada. Facebook a veces es una plataforma muy abierta y el mensaje se pierde. Twitter puede ser hostil. Las estrategias siguen siendo válidas para esas dos herramientas, pero Instagram conquistó el centro de la escena digital”, señala Gimenez. Cualquier puede hacer el ejercicio de estudiar el comportamiento de un mismo usuario en Twitter y en Instagram. La plataforma condiciona la manera de ser y el lenguaje agresivo de un espacio se transforma en expresiones contemplativas en el otro.
Algunos deportes parecen encajar perfectamente en el formato de Instagram. Las posesiones de 24 segundos y las volcadas en el básquet se resumen en videos cortos muy difundidos en Instagram. “House of Highlights” es una cuenta dedicada exclusivamente a compactos de la NBA y tiene 5.5 millones de seguidores. La revista Wired la bautizó como “el nuevo SportsCenter”.
Cristiano Ronaldo, con 96 millones de seguidores, es el deportista más popular en Instagram. También lo es el fútbol. “Cristiano es el líder, seguido por Neymar (71m), Messi (67m) y luego Gareth Bale y Zlatan. LeBron James es popular, pero con 27 millones aparecería sexto en el ranking. Los futbolistas encontraron rápidamente las ventajas de Instagram y eso se ve también en el buen uso que hace la UEFA con la Champions League. La ATP está haciendo crecer su comunidad y figuras como Federer y Serena le sacan rédito a Instagram para vender productos de su marca, pero el fútbol saca millones de diferencia”, apunta.
El encanto de Instagram le debe casi todo a Snapchat. El mundo del deporte explora a cada instante ese potencial. “Snapchat cambió la manera de contar historias con un lenguaje directo, informal y en vivo. Pero Instagram lo masificó. También extendió su alcance a un público que va en promedio entre los 20 y los 35 años, pero que igualmente llega a todos los segmentos. Las marcas tienen que llegar con un mensaje muy creativo porque los usuarios ya no quieren el viejo comercial de TV. Quieren historias que los involucren. El deportista, además, se transformó en un nuevo “broadcaster”: aburrido en su cuarto de hotel, puede apretar un botón y transmitir un contenido exclusivo y original que tendrá una audiencia gigante. En la Argentina el uso todavía es algo tímido, pero no tardará mucho en seguir la tendencia global”, cierra Giménez.
Ganar o perder, algunas cosas no cambiarán jamás para un deportista. Pero ahora Instagram es el refugio ideal para olvidar un mal resultado, entre fotos de hojitas en la espuma del café, a salvo de agresiones y reclamos.