Mientras continúan las lluvias en la Provincia de Buenos Aires, se agrava las inundaciones en las tierras productivas: el gobierno de Daniel Scioli asegura que el territorio afectado es de 3,5 millones de hectáreas, pero Carbap afirma que ya superó las 10 millones de hectáreas.
El ministerio de Asuntos Agrarios, a cargo de Gustavo Arrieta, declaró la emergencia agropecuaria en 17 distritos: Coronel Pringles, Saavedra, Tordillo, Villarino, Azul, Benito Juárez, General Alvear, Gonzáles Chaves, General Pueyrredón, Guaminí, Laprida, Las Flores, Necochea, Saladillo, San Cayetano, Tandil y Tapalqué.
En teoría, los productores rurales de esas zonan serán beneficiados con la postergación de compromisos impositivos y bancarios. Deberán presentar una declaración jurada donde figuran los daños de las inundaciones.
“Debemos mantener abiertos los canales de comunicación para agilizar al máximo los plazos técnicos y administrativos. El gobernador Daniel Scioli ha estado monitoreando la evolución de esta particular coyuntura y nos solicitó claramente que demos las respuestas necesarias en el menor tiempo posible”, señaló Gustavo Arrieta, ministro de Asuntos Agrarios.
Pero desde las entidades agropecuarias aseguran que se está minimizando el impacto y exigen respuestas concretas. Ayer por la noche, Juan Balfour, vicepresidente de Carbap, dijo: “No alcanza con monitorear, sino que hay que actuar firmando los decretos que avalen las actas que datan de hace tres meses, porque están llegando boletas de ARBA, la agencia tributaria bonaerense, de campos que están bajo agua, sin producción, con enormes pérdidas, y el productor se ve imposibilitado de acogerse a la emergencia porque los decretos no están firmados”.
Según explicaron desde Carbap, el productor no puede hacer uso de los beneficios que implica la emergencia agropecuaria si Daniel Scioli no firma el decreto. “Están las actas, pero el gobernador nunca firmó el decreto. En esta situación, como mucho se puede diferir algún pago con el Banco Provincia, pero no se acceder a ninguna baja en los impuestos ni se puede pedir la emergencia a nivel nacional”, detalló a LPO un productor de la entidad.
Y agregó: “No sabemos si no quiere firmarlo porque lo ajustadas que están las cuentas en la Provincia o porque lo presionan desde la Casa Rosada. De cualquier modo es un error, porque el productor que tiene su campo bajo el agua igualmente no podrá pagar. Pero sin firmarlo sólo se gana el malhumor de todo el sector”.
Los productores afirman que las pérdidas ya superan los 4.500 millones de pesos. Explican que se vieron afectadas la siembra de maíz, trigo, cebada o avena, por la muerte de un número no determinado de cabezas de ganado y por roturas en las instalaciones.
“Tenemos al menos 25 pueblos –con menos de 2.000 habitantes- casi incomunicados. Lo mismo ocurre con establecimientos agropecuarios o puestos rurales”, detalló Urruty al diario Clarín.
“Parece un chiste, pero veníamos de una sequía formidable y ahora, una inundación terrible. Las imágenes son desoladoras, recorrer las zonas supera lo que uno puedo imaginar, con vacas pariendo en el agua y terneros que mueren al nacer. Son cosas de la naturaleza, pero con obras, el daño sería menor y de más rápida solución”, planteó Hugo Biolcati
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