Nada se deja librado al azar, y mucho menos cuando los seguros brillan por su ausencia. Ninguna hipótesis a futuro se descarta, y en ese contexto es preferible tener herramientas a mano que pueden ser aportadas por extrapartidarios.
En su obsesión presidencial, Daniel Scioli tampoco quiere perder alianzas extrapartidarias, y hasta vería con cierto agrado contar con un candidato a Gobe-nador que esté impedido de hacer campaña desde la Provincia para ir luego por la Nación. Es el caso de Francisco de Narváez, quien, por decisión judicial, está habilitado para competir por la Gobernación, pero por Constitución está vedado para la puja por la Presidencia.
Por fuera de esta especulación demasiado futurista también es cierto que el diálogo entre De Narváez y Scioli es fluido, y que al bonaerense no le hace gracia la posibilidad de tener al “Colorado” otra vez en un frente opositor. Igual, un acuerdo entre ambos es muy difícil mientras Scioli se mantenga en el FpV, espacio al cual De Narváez nunca se sumará; porque no quiere y porque no lo dejarían.
“Nosotros queremos que De Narváez juegue adentro desde su identidad, no desde el FpV; así como el Gobierno tiene a D’Elía, que nos putea todo el día, ¿por qué nosotros no podemos tener a De Narváez?”, ensayó, contenedor, un sciolista.
Traducido: algunos en el gobierno provincial quieren mantener los lazos con el dueño del sello Unión Celeste y Blanco; ya sea por si hay que buscar un partido por las dudas, ya sea por si el diputado nacional se la juega con una boleta corta, en adhesión a un candidato nacional. Las dos son difíciles, pero en política nada es imposible.
Fuente: La tecla Info
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