La última encuesta que recibió en el día de ayer el Gobernador Daniel Scioli, impidieron que pasara un buen día, los números no reflejaban lo que desde la Secretaria de Comunicación Publica le venían diciendo.
La diferencia entre los candidatos Massa e Insaurralde es casi definitoria, de un 9 %, no solo no pudieron acortar la diferencia que existió en las elecciones de las PASO, sino que por el contrario la diferencia se amplió.
El Secretario de Comunicación Publica Juan Courel corría desde el despacho de Scioli al despacho del Jefe de Gabinete, pero eso no lograba calmar los ánimos, a pesar de las corridas los números no cambiaban.
La mayor preocupación, se generaba en que la diferencia de 9 % en favor de Massa era sin tener en cuenta el efecto Cabandié. Que conforme ya le informaron los encuestadores contratados por la Gobernación, iba a tener un efecto negativo que algunos calculaban de un 2%..
Todo lo que había logrado humanizar al Kirchnerismo la enfermedad presidencial, fue neutralizado por la desairada reacción del candidato a diputado por la ciudad de Buenos Aires Juan Cabandié, ante una simple multa de transito, que con la bien organizada y planificada presentación de los medios de comunicación, logro penetrar en el inconsciente popular.
En la gobernación solo esperan la salvación de algún hecho imponderable, que logre cambiar el escenario político actual, que les permita mejorar la chance electoral. El murmullo en los pasillos de la Secretaria de Comunicación Publica era casi un grito, si no fuera por la imagen de Daniel Scioli, el Kirchnerismo perdía por paliza. La reflexión es valida, pero todavía quedan varios días de campaña, en los que hay que trabajar.
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