En esos términos se refirió el dirigente radical Ernesto Sanz ante la consulta si Cambiemos va a tener que competir contra Massa y eventualmente contra Scioli en 2017. Además, destacó el gobierno de María Eugenia Vidal.
“La gran tracción es en realidad Macri-Vidal. María Eugenia tiene la paradoja de simbolizar los dos extremos. El gran desafío de gobernar lo ingobernable, que es la provincia de Buenos Aires, pero, por el otro lado, la enorme capacidad de ella y la expectativa y la empatía que genera”, dijo Ernesto Sanz ante la pregunta de una eventual candidato a senador por la Provincia en 2017.
Y agregó: “Uno de los grandes resultados fue romper el mito de que no se podía ganar la provincia de Buenos Aires, y hacerlo con una persona como María Eugenia, que era una ilustre desconocida. La relación que hay entre ella y la sociedad es muy fuerte”.
En una entrevista concedida a Perfil, Sanz afirmó que “la cosa no es persona a persona. En una elección de medio término, con un cambio tan profundo como el que hubo en este tiempo, lo que va a estar en juego no es Massa ni Scioli. En todo caso, ellos van a representar. Si al Gobierno le va bien, y la expectativa se mantiene, no habrá Massa, Scioli, nada. Habrá dos opciones: apoyar al Gobierno en medio término, y se transforma casi en el 85 de Alfonsín, o quitarle el respaldo, y es el 87 de Alfonsín”.
En relación a la posibilidad de mezclar dirigentes de Cambiemos con el Frente Renovador en la elección de 2017, Sanz dijo que “si eso ocurriera, sería porque hubo un fracaso de Cambiemos. Eso pudo hacerlo en un momento de debilidad en algunos distritos, pero no por afinidad. Si ocurre en 2017, es porque Cambiemos no supo construir una fuerza propia a nivel nacional, con anclaje en cada uno de los distritos. Pero como confío que esto lo vamos a hacer, no lo veo a Massa en esa situación”.
“No sé si el radicalismo tiene con el PRO un vínculo definitivo”, explico el dirigente radical seguidamente. “No depende de una cuestión voluntarista. Nosotros estamos a prueba las 24 horas de cada día, con un enorme desafío. Para el radicalismo, el desafío de formar parte y sentirse parte de un gobierno, cosa que costó en los primeros tiempos, pero creo que vamos adaptándonos. Además, está formando parte de un gobierno conducido por alguien que no es radical, y es una cuestión inédita”, agregó en la entrevista con Perfil.
Y siguió: “El PRO tiene todos los días que tomar en cuenta el desafío de que no está solo en la vida, y que a muchos del PRO les cuesta, y que no tiene que creer que el Estado o el poder son una herramienta para crecer partidariamente, sino que tiene que ser una herramienta para consolidar un frente. Esto es central, casi le diría que es el corazón del debate: el radicalismo debe sentir que forma parte de una coalición y aceptar que está conducida por alguien que no es del radicalismo, pero que es una oportunidad para emerger como partido con identidad propia dentro de un frente; el PRO, constituirse como partido sin querer absorber a los socios y sin usar la herramienta del Estado para crecer partidariamente; y Carrió dándose cuenta de que forma parte del equipo”.
“El radicalismo del año que viene tiene una enorme oportunidad que, si es inteligente y la sabe aprovechar, puede consolidar territorialmente muy fuerte su posición, puede brindarle al frente Cambiemos una competitividad extraordinaria e, incluso, si las cosas no anduvieran bien y se diera una competencia dentro de Cambiemos en las PASO, nosotros podríamos ser una sorpresa”, afirmó Sanz.
“Nosotros podemos ofrecerle al frente mucha competitividad y hacerlo crecer, o conservar identidad y en ese conservar identidad crecer mucho”, concluyó.
Fuente: La Tecla Info
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