Una falla en la red de energía eléctrica que se originó en una conexión de transporte entre dos centrales del Litoral argentino, ocasionó en la mañana de hoy un corte de luz en casi todo el país. En San Nicolás, el apagón se extendió entre las 7:00 y las 14:00. Por falta de bombeo, también faltó el agua potable de red o llegó con baja presión. El hospital San Felipe y el Sanatorio de UOM pudieron prestar servicios de salud con relativa normalidad.
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El histórico apagón que hoy dejó sin energía a casi todo el país, a Uruguay y a sectores del Brasil, también se vivió en nuestra San Nicolás. El sorpresivo corte se produjo apenas pasadas las 7:00 y la falta del suministro se extendió hasta las 14:00, aunque en algunos sectores la restitución del servicio se hizo esperar un poco más. Como suele ocurrir, la falta de energía inutilizó las bombas que distribuyen el agua potable por lo que en distintos sectores también se sintió la baja presión del fluido o su momentánea faltante absoluta.
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El corte sorprendió a todos. Pero más allá del primer fastidio individual o, a lo sumo, familiar por la circunstancia de despertar un domingo con las limitaciones que impone la falta de luz, la preocupación social apareció y creció cuando las noticias iban dando cuenta de la envergadura de la situación.
Las principales amenazas y dificultades estuvieron en los servicios de salud. No obstante, tanto en el hospital San Felipe como en el Sanatorio Nuestra Señora del Luján los servicios pudieron ser sostenidos con relativa normalidad en virtud de la puesta en funcionamiento de los equipos generadores de energía eléctrica disponibles en ambas instituciones sanitarias. Ya en las primeras horas del apagón el Dr. Danilo Petroni, director asociado del San Felipe, confirmaba a EL NORTE que el nosocomio equipado íntegramente con tecnología eléctrica no debió resentir ninguno de sus servicios. Durante las 7 horas del apagón, los generadores del hospital público consumieron algo así como 500 litros de gasoil, que aseguraron dos períodos consecutivos de 6 horas de energía disponible. Y aunque luego del retorno de la energía de red no fue necesario más combustible, el San Felipe disponía de más cantidad de gasoil que le hubiera permitido transitar la dificultad por varias horas más.
En el Sanatorio de la UOM también se habían equipado con grandes cantidades del combustible, cuya escasez también podría llegar a constituir una amenaza con el correr de las horas. Así, haciendo un uso racional de la energía disponible a partir de la reducción al mínimo del sistema de iluminación y de la postergación de estudios que no fueran urgentes, sólo fue necesario poner en funcionamiento el primero de los dos generadores con que cuenta la Institución, con una potencia de 225 HP. El segundo equipo, de 450 HP de potencia, estaba preparado pero su encendido no fue necesario. Así lo indicó Luis Sánchez, secretario de Asistencia Social de la Seccional San Nicolás de UOM.