El jueves 1 de agosto, en un nuevo aniversario de su instalación, comenzó a funcionar nuevamente el reloj ubicado en el campanario del Palacio Municipal luego de concretar su calibración.
Este reloj, que fue adquirido en Buenos Aires e instalado en el año 1908 durante la Intendencia de Serafín Morteo, fue de vital importancia en aquella época.
La ausencia de un organismo que informe la hora exacta, hacía que las personas que poseían reloj a cuerda, nunca coincidieran en ella. Además de señalar las horas, el reloj hacía sonar sus campanas lo que facilitaba a quienes no alcanzaban a ver lo que marcaban las agujas.
A partir de la puesta en marcha de este reloj, comenzó a existir en el Partido de San Nicolás, una hora oficial la cual era tomada como referencia por los vecinos de la ciudad.
Ahora, al pasar por el Palacio Municipal, se podrá ver el reloj en funcionamiento y, aunque el avance de la tecnología permita saber la hora exacta en todo momento, los nicoleños sabrán que la ciudad ha recuperado parte de su historia.