YPF y Shell anunciaron durante la tarde del viernes que los precios de sus combustibles -naftas y gasoil- aumentarán 1,5% a partir del sábado 1 de junio. A pesar de que el Gobierno postergó por un mes el aumento del impuesto a los combustibles, la empresa estatal y Raízen decidieron incrementar los valores.
En tanto que el 1° de julio subirá el impuesto que grava al carbono y a los combustibles líquidos, el cual está contemplado en los precios finales de las naftas, que se ajusta por inflación.
Esta actualización correspondía al Impuesto sobre los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, que se aplica cuatro veces al año: en marzo, junio, septiembre y diciembre, en base a los aumentos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los tres meses anteriores.
La petrolera estatal confirmó, con esta decisión, lo que indicaba la expectativa general del Gobierno: que YPF dé el primer paso y que detrás de se alineen Axion y Raizen, con los combustibles Shell. Si bien en algunas oportunidades fueron estas firmas las que movieron la ficha primero, en la última suba, con el anuncio de YPF, tuvieron que retrotraer los precios a los de su competencia.